“No hubo ninguna irregularidad”: representante legal de AMI 2020 habla del cuestionado contrato con Emcali
El escandalo por el contrato salpicó al alcalde de la ciudad, Jorge Ospina, y cobró el puesto del gerente general de Emcali y de cuatro funcionarios más.
Noticias RCN
08:01 a. m.
El escándalo de Emcali comenzó cuando Sintraemcali, el sindicato de trabajadores de la empresa, informó sobre un contrato con la Unión Temporal AMI 2022 por 215 mil millones de pesos, que incluía televisores que superaban un costo de $47 millones y sillas ergonómicas hasta por $17 millones. Este indicio hacía parte de un entramado se sobrecostos de hasta 1.000%, en gastos de la administración para los que se estaban destinando dineros públicos.
Tras dos semanas, el escándalo salpicó a muchos funcionarios, entre estos el alcalde de la ciudad, Jorge Iván Ospina. Cobró el puesto del gerente general de Emcali, Juan Diego Flórez, y cuatro funcionarios más; y puso en el centro a la Contraloría, la Procuraduría y la Fiscalía en la empresa y la administración.
Juan Camilo Ossa, representante legal de AMI conversó con El Tiempo sobre el caso y aseguró que, aunque los costos del contrato son elevados, no se inflaron los precios. También se refirió a la forma en que se cerró el acuerdo entre ambas partes y habló sobre el proyecto para remplazar los medidores de energía por unos inteligentes.
Sobre la forma en que la entidad se quedó con el millonario contrato, el funcionario negó que tuvieran cualquier padrino político. También dijo que por ley las administraciones estarán obligadas en 2030 a reemplazar los medidores por unos inteligentes. “Para nosotros como empresa es muy importante poder participar en proyectos de tanta envergadura”, dijo.
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Ossa aseguró que el plan se había hecho con legalidad y sin sobrecostos, además justificó los altos precios por las exigencias técnicas que implica instalar los medidores.“El fin es suministrar e instalar 100.000 medidores, operar durante 7 años y adicionalmente construir un centro de gestión con el cual se van a operar”, explicó.
Ante los cuestionamientos sobre si él o la empresa han hecho aportes a campañas, el funcionario negó que esto fuera cierto, sin embargo, reconoció que en una ocasión pasada su padre había realizado un aporte “normal” al candidato Sergio Fajardo.
Una de las compras que más generaron polémica fue un televisor de 55 pulgadas y $47 millones de pesos, y unas sillas ergonómicas de $16 millones. Sobre esto, Ossa afirmó que no se trataba solo de un televisor, sino de todo un sistema de video y audio. En cuanto a las sillas, “tenemos que explicar que las sillas son un espacio en el que van a estar personas trabajando 24 horas del día, 7 días a la semana, no solo por los 7 años en los que yo opero el contrato, esto tiene que durar mucho más”, dijo.
Ossa expresó que nunca recibió ningún tipo de soborno, que los artículos podrían haber sido más baratos, pero no cumplirían con los requerimientos de la contratación. Finalmente, aseguró que el contrato se suspendió por mutuo acuerdo hasta que las investigaciones avancen y según él, se demuestre que no hubo ningún tipo de irregularidad.