Niñera que decapitó y exhibió cabeza de una niña quedará libre
La madre de la víctima aseguró sentir miedo por la decisión ya que la mujer aseguró que tenía intenciones de asesinar a toda su familia.

Noticias RCN
12:28 p. m.
El hecho por el que fue capturada la niñera Gulchejra Bobokúlova sucedió el 29 de febrero de 2016, cuando la mujer decapitó a una niña de tan solo cuatro años y luego salió con su cabeza a las calles de Moscú, Rusia, para exhibirla.
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Luego de esto, Bobokúlova, oriunda de Uzbekistán, fue internada en una clínica psiquiátrica por orden de un tribunal después de determinar que padecía una enfermedad mental. Sin embargo, recientemente se conoció que recuperaría su libertad, razón por la que la familia de la víctima teme por su vida.
“Mi familia no puede sentirse segura si Bobokúlova en el futuro me encuentra a mí o a mi otro hijo”, manifestó la madre de la niña brutalmente asesinada, Ekaterina Mescheryakova, según The Sun. También advirtió que durante la investigación, la mujer declaró que tenía la intención de matar a todos los miembros de su familia.
Según el medio internacional, médicos rusos aseguraron que Gulchejra Bobokúlova fue “curada” del “trastorno psiquiátrico crónico” que la llevó a cometer el repudiable crimen.
Dicho plan de liberación ha generado todo tipo de reacciones en contra de la decisión; críticos cuestionan si la niñera representa un riesgo para la sociedad. Por el momento se desconoce la fecha en que podría ser liberada la mujer.
A raíz del asesinato, los padres de la niña impugnaron el fallo de los tribunales de que Bobokúlova, quien había vivido con su familia por varios años, estaba enferma, por lo que exigieron que tuviera un juicio adecuado.
A pesar de que fueron respaldados por el líder opositor ruso, Alexei Navalni, Bobokúlova fue internada para que recibiera tratamiento psiquiátrico obligatorio en un hospital.
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Según The Sun, la niñera salió a la calle con la cabeza cercenada de la niña e invocó a Alá, además, amenazó con inmolarse y afirmó que lo había hecho como una venganza por los bombardeos ordenados por el presidente ruso, Vladimir Putin, contra Siria. A pesar de que también se dijo que tenía posibles nexos con grupos terroristas, esta hipótesis fue desmentida tiempo después.
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