"Se va nuestra ilusión y esperanza": familias del Chocó devastadas tras el desbordamiento del río
Los afectados del litoral del San Juan por el desbordamiento del río ven cómo sus cosechas y su trabajo de meses desaparecen en cuestión de días.
Noticias RCN
09:04 a. m.
La creciente del río San Juan ha golpeado a las comunidades agrícolas del litoral, donde familias enteras dependen de sus cosechas para sobrevivir.
La crecida arrasó con cultivos de arroz, maíz, yuca, plátano, banano, papa china y animales de cría, dejando a los habitantes sin sustento y sin un horizonte claro.
Rosalino Lizalda, uno de los damnificados, relató con profunda tristeza la situación de su comunidad, que enfrenta no solo la pérdida de sus bienes, sino también de su ánimo y esperanza ante la constante amenaza de nuevas inundaciones.
Familias del litoral del San Juan están devastadas tras el desbordamiento del río
La tragedia se repite una y otra vez para los pobladores del litoral del San Juan. Las lluvias incesantes provocaron el desbordamiento del río, arrastrando consigo los cultivos.
Rosalino Lizalda, agricultor afectado, explicó cómo cada temporada de lluvias se convierte en un calvario, pues el río crece y se lleva consigo meses de esfuerzo.
Cómo que no llora uno. Usted trabaja seis o siete meses del año, y en dos o tres días pierde todo lo que ha hecho.
Con la voz quebrada, relató cómo cada temporada enfrenta la misma lucha y cómo su ánimo para trabajar se va apagando.
Uno ya va perdiendo el ánimo de trabajar, porque siempre que crece pierde todo lo que ha hecho”, añade.
Familias en Chocó están perdiendo sus únicas fuentes de ingreso: las cosechas
Las familias del litoral no solo deben soportar la pérdida de sus cosechas de arroz, maíz, yuca y plátano, sino que también han visto desaparecer sus animales de cría y aves de corral, que en muchos casos eran un complemento esencial para su alimentación.
La desesperación crece con cada crecida, y los damnificados no saben si podrán reconstruir su vida en esta zona, donde los riesgos son constantes y las pérdidas, devastadoras.
Las ayudas que han llegado a la región, aunque significativas, no logran cubrir el vacío que ha dejado esta pérdida total. Los afectados explican que estas temporales no pueden devolverles su única fuente de ingresos ni resarcir los meses de trabajo que han sido arrasados.
La tristeza se mezcla con la incertidumbre, y algunos ya se cuestionan si vale la pena continuar cultivando.
Finalmente, Rosalino y muchos de sus vecinos esperan, no solo ayuda inmediata, sino soluciones a largo plazo que les permitan trabajar la tierra sin el temor de que cada temporada de lluvias destruya su sustento.