Crisis alimentaria en el Pacífico colombiano: más de 3,7 millones de personas enfrentan desnutrición
La pobreza, la migración y el desplazamiento son las principales causas de la inseguridad alimentaria en una región que necesita urgentemente soluciones efectivas.
Noticias RCN
08:48 p. m.
Noticias RCN se desplazó a Buenaventura para explorar las raíces de la crisis alimentaria en Buenaventura y las iniciativas en marcha para mitigarla.
Hay crisis alimentaria en el Pacífico colombiano
El Pacífico colombiano, una de las regiones más ricas en biodiversidad y cultura del país, es también una de las más afectadas por la inseguridad alimentaria. Según cifras alarmantes, más de 3.710.575 personas sufren de desnutrición, lo que representa un gran desafío para la salud pública y el bienestar de la población.
En la búsqueda de respuestas sobre esta problemática, Noticias RCN llegó a Buenaventura, donde se evidencian los efectos devastadores de esta crisis.
Juan Carlos Buitrago, director de la Red de Bancos de Alimentos de Colombia, expuso que el hambre en el país es un fenómeno "multicausal". Asimismo, destacó que la pobreza es el principal factor, con más de 16 millones de personas viviendo en condiciones precarias y un ingreso per cápita promedio que apenas alcanza los 354,000 pesos.
Esta situación se agrava por otros factores, como la migración, que ha aumentado en los últimos años, y el desplazamiento forzado por grupos armados ilegales.
La violencia y el desplazamiento por desastres naturales son también factores que contribuyen a esta crisis.
Además, resaltó que el incremento de los precios de los alimentos y la inflación han hecho que cada vez más colombianos enfrenten dificultades para acceder a una alimentación adecuada.
Según su análisis, cerca de 20.6 millones de personas en el país tienen dificultades para conseguir alimentos y, como resultado, la calidad de su dieta ha disminuido drásticamente.
Así viven las familias en medio de la crisis alimentaria
La realidad que describe Buitrago se manifiesta en las vidas de muchas familias en la región, como la de Cruz Aura Delgado y Servelina Anizares, dos mujeres oriundas de Puerto Merizalde.
Ambas se vieron obligadas a abandonar su hogar junto a sus hijos debido a la falta de oportunidades laborales y la violencia en su comunidad.
¿Por qué llegué a Buenaventura? Porque en Puerto Merizalde no había opciones de trabajo. Pensé que aquí podría tener una mejor vida.
Sin embargo, su búsqueda de un futuro más prometedor se ha visto frustrada, pues desde su llegada a Buenaventura, han enfrentado serios problemas para alimentarse adecuadamente.
Cruz y Servelina relataron que en sus hogares, el consumo de alimentos es crítico.
Hay días en que solo comemos arroz vacío. Cuando tenemos algo más, es arroz con huevo, y así tratamos de administrar lo poco que conseguimos.
Las cifras son desoladoras: el 46% de la población del Pacífico presenta un consumo insuficiente de alimentos, lo que implica que muchas familias deben decidir entre qué miembros comerán ese día.
Una comida al día es lo normal, a veces, si hay desayuno, no hay almuerzo, y lo que sobra del almuerzo se reserva para la cena.
Cabe mencionar que, el impacto de esta crisis alimentaria es particularmente devastador en la infancia, ya que se estima que 392,000 niños menores de cinco años sufren de desnutrición crónica, una condición que afecta su desarrollo físico y mental.
El 80% del cerebro humano se desarrolla en los primeros tres años de vida. Cuando un niño no se alimenta bien desde la gestación hasta los cinco años, corre el riesgo de desarrollar desnutrición crónica, una enfermedad irreversible.
Este tipo de desnutrición no solo afecta el crecimiento físico de los niños, sino que también les deja con un coeficiente intelectual promedio 14 puntos por debajo del promedio, cinco años menos de escolaridad y, en la adultez, 54% menos ingresos.
¿Qué acciones se están tomando para enfrentar la crisis alimentaria?
Ante la urgencia de estas problemáticas, los Bancos de Alimentos de Colombia han intensificado sus esfuerzos para construir una nueva sede en Buenaventura, con el objetivo de ofrecer apoyo alimentario a las comunidades más afectadas.
“Creemos que con esta nueva construcción podemos beneficiar a unas 50,000 personas en la región”, expresa Rubén Darío Jaramillo Montoya, obispo de Buenaventura.
Pese a esto, los representantes de estas entidades mencionaron la necesidad de una mayor participación del Estado y del sector privado.
Actualmente, los Bancos de Alimentos logran rescatar solo el 0.4% de los alimentos que se desperdician en el país.
Si pudiéramos rescatar las 9.7 millones de toneladas de alimentos que se pierden cada año, la población de La Guajira podría alimentarse adecuadamente durante más de una década.