La condición de salud del presidente Gustavo Petro fue revelada por su hija

En los cinco meses que tiene en el poder el presidente Gustavo Petro su gestión ha sido duramente criticada por las recurrentes inasistencias a eventos de su agenda. Aunque mucho se había especulado de su salud, puesto que en 2020 fue diagnosticado con un cáncer gástrico que superó luego de una cirugía que le fue practicada en Cuba, se conoció realmente cuál es su condición en este momento.

Sin embargo, hasta el momento, se desconocían detalles de su estado de salud, pero los ojos se mantenían puestos en recurrentes modificaciones en su agenda por “malestares”, una situación que, sin duda alguna, en su momento, encendió las alarmas.

Una de las faltas más controversiales tuvo que ver con la presentación de la nueva cúpula militar y su inasistencia a la foto oficial de la COP 27, y estas se le suma una larga lista de cambios en su apretada agenda.

En palabras de la propia Andrea Petro, una de sus hijas mayores, que reside en Francia, en entrevista con la revista Semana reveló cuál es el estado de salud del mandatario.

Andrea confirmó que su padre está teniendo un intensivo seguimiento de salud como el que tendría cualquier presidente que vive de reunión en reunión y que solo alcanza a dormir dos horas al día.

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Este el estado de salud de Gustavo Petro

“Mi papá está bien, ha tenido problemas con el colesterol. El dato se los doy de una vez”. Además de esta irregularidad, habló de un alto grado de estrés y cansancio represado.

“Él tiene sus médicos que le hacen un seguimiento como tiene que ser, como todo presidente”.

La hija del jefe de Estado aseguró que no es su padre quien altera la agenda de la Presidencia, sino que “son los médicos los que paran sus actividades, los que le dicen que por obligación debe quedarse todo el día en la cama”.

Los constantes viajes, cambios de clima, jornadas extensas e intensas en los territorio y reuniones casi interminables en la Casa de Nariño han llegado a desestabilizar de cierta manera la salud del mandatario. Sin embargo, Andrea señaló que está bien.

¿El presidente tiene tiempo para su familia?

En el caso de Andrea que vive en Francia, el contacto con su padre es muy limitado y no precisamente porque se encuentre en otro continente, pues ha viajado en algunas ocasiones para apoyar al presidente. Pero, aunque puedan estar a escasos metros, Petro siempre está ocupado.

El único momento en que puedo tenerlo cerca son cinco minutos en un corredor o un pasillo o porque a veces mueven la agenda para que comparta un desayuno con él. Él vive trabajando, vive para los colombianos, vive en medio del estrés, aseguró Andrea.

Al mismo tiempo, indicó que el ritmo de vida que lleva su padre en este momento es inexplicable:

“No tiene vacaciones, no tiene tiempo para él, siempre vive de reunión en reunión (…) cuando veo todo lo que hace mi papá, no sé cómo se mantiene, por eso, es normal que él se enferme, que haya virus en su vida porque siempre está con mucha gente”.

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Las razones de las ausencias del presidente

Dolores estomacales, bronquitis, trancones y cruces de agenda, han sido las justificaciones de la administración para los eventos a los que no ha asistido el mandatario.

Sobre su estado de salud, aunque mucho se ha hablado, poco es lo que se puede confirmar, y respecto a los trancones, podría decirse que es un argumento que en Nueva York funciona, pues la gran manzana es reconocida por sus problemas de tráfico en algunas zonas. 

Pero cuando se habla de cruces de agenda, la pregunta sobre quiénes manejan el calendario del presidente sale a relucir. Se trata de Laura Sarabia, tiene 28 años y es la jefe de gabinete de la administración actual, por ende, tiene que coordinar la agenda. En algunas oportunidades, la funcionaria ha explicado los cambios de última hora, por ejemplo, sobre el incumplimiento a Fedegan, señaló que Petro estaba atendiendo unos asuntos muy importantes y de manera privada en la capital de Bolívar.

Aunque ella es quien coordina las citas de los funcionarios, no está claro quién es el responsable de los sorpresivos cambios, ni tampoco las razones de su ausencia.