La Constitución tiene herramientas de manejo económico que no se han usado: Iván Marulanda
El constituyente explicó que la Carta Magna está virgen y si gobierna una ideología diferente se podrán hacer cambios, sin tener que reformarla.
Lina María Sandoval
11:15 a. m.
El hoy senador y exconstituyente Iván Marulanda dijo que no es cierto que las herramientas de manejo económico de la Constitución del 91 sean férreamente neoliberales.
“Esas herramientas en la Constitución son versátiles, son amplias, son democráticas y en el momento en el que haya una nueva visión de la economía, seguramente tendremos una economía muy distinta, unas políticas económicas muy distintas y un Estado muy distinto, sin cambiar la Constitución”, señaló Marulanda.
Puso como ejemplo el Banco de la República y señaló que “ha tenido un manejo muy restringido desde las posibilidades que tiene la Constitución”.
Explicó que “en el momento que haya un pensamiento distinto del neoliberal, el gobernante ahí va a encontrar la naturaleza de esas políticas económicas”.
Vea también: Secuestros, muertes y autocensura: la prensa como víctima de los ‘extraditables’
¿Llamado a una nueva constituyente?
A lo largo de estos años han surgido propuestas para reformar la Constitución y citar a una nueva constituyente. Las ideas se han ido fortaleciendo y teniendo eco, aún más con los hechos ocurridos en el país en los últimos meses.
Cuando la Corte Suprema de Justicia dictó medida de aseguramiento al expresidente Álvaro Uribe, el Centro Democrático, en el 2020, propuso una constituyente para reformar la justicia y crear una Corte única.
Por su parte, en 2018, el excandidato presidencial Gustavo Petro afirmó que proponía una constituyente “territorializada y pluralista” que “haga las reformas que no hizo la Constitución del 91: la del territorio, la reforma a la salud, la educación, la justicia, la política y el tránsito hacia una economía productiva”.
Y, recientemente, algunos hablan de que Colombia debería reformar la Constitución, con ocasión de los ciudadanos que se han movilizado en los últimos días y que exigen cambios en el Estado y el sistema.
Le puede interesar: Los cambios que ha tenido la Constitución Política de Colombia en 30 años
Sin embargo, para Antonio Navarro Wolff e Iván Marulanda, constituyentes del 91, la idea es totalmente descabellada.
Según Navarro Wolff, quien fue uno de los tres presidentes de la constituyente, junto al conservador Álvaro Gómez Hurtado y el liberal Horacio Serpa Uribe, “no se necesita una nueva constitución, y quienes plantean que se necesita y miran el ejemplo chileno están equivocados”.
“Ya nosotros hicimos en 1991 lo que hizo Chile. Lo que Chile va a hacer ahora, reemplazar una vieja constitución, que es el resultado de una guerra civil, eso fue lo que se hizo en el 91, cuando remplazamos la Constitución de 1886. Esta última había sido el resultado de la victoria de un partido sobre el otro en una guerra civil”, afirmó.
Explicó que sí se necesita mejorarla porque hubo cosas en las que se equivocaron. Por ejemplo, la incapacidad para eliminar el clientelismo, “sobre todo en los cuerpos colegiados, donde se compran votos, se cambian por puestos favores y ese intercambio de los votos sale mal”.
Por su parte, el senador Iván Marulanda aseguró que la Constitución del 91 está virgen. Señaló que el texto construido es de “un espectro muy amplio y no es necesario hacerle cambios en aspectos estructurales, éticos, ideológicos y democráticos. Eso sería una pérdida de tiempo; ahí están, solo que no se han utilizado”.
Desde el punto de vista práctico, apuntó, una constituyente ahora sería una locura; en el 91 se encontraron “pacíficamente todas esas realidades que venían enfrentadas a lo largo de la historia, porque no se sentían interpretadas en las instituciones. Pero no iban a desquitarse allá ni iban a pelear, simplemente a convenir una nueva concepción de la Nación”.
Puntualizó que por las condiciones actuales, el momento no es el adecuado, porque una “constituyente se necesita para construir consensos. Pero, para construir consensos, usted tiene que estar en el plano de encontrarse con los demás con respeto”.
“Aquí nadie respeta a nadie ahora, estamos en una guerra de insultos y odios. Y nos devolvería a ese escenario del siglo XIX, donde las distintas posiciones se iban a una guerra civil y el que ganaba la guerra civil iba y dictaba la constitución”, aseguró Marulanda.
Lea además: Constitución Política de Colombia: ¿después de tres décadas necesita una reforma?
Recordó que la Constitución del 91 es “el consenso de un punto muy especial en la historia, en donde se maduró el estado de hastío, de desesperanza de la nación, que dijo: vamos a arreglar por las buenas lo que no hemos podido arreglar por las malas”.
“Allá se juntaron esas peleas, pero no a pelear sino a pactar, a ponerse de acuerdo en un país donde todos quepamos sin matarnos”, puntualizó.