"Años sin venir a Buenaventura por la violencia": el testimonio de un agricultor que decidió regresar
Los habitantes piden mayor presencia de las autoridades mientras intentan retomar su vida en medio de la zozobra.
Noticias RCN
02:00 p. m.
A pesar de la crisis de violencia que golpea a Buenaventura, muchas personas han decidido regresar a sus hogares y retomar sus actividades diarias con la esperanza de que la situación mejore.
Sin embargo, la incertidumbre y la zozobra siguen marcando la cotidianidad de cientos de familias que exigen mayor presencia de las autoridades para garantizar su seguridad.
Pero en la zona rural, el panorama es aún más delicado. Los campesinos que han decidido volver lo hacen con el anhelo de recuperar sus tierras y su sustento, pero sin garantías reales de seguridad.
¿Qué pasó con los agricultores en Buenaventura?
Uno de los que ha decidido regresar es Gilberto García, un agricultor que vive en la zona rural y cada semana se traslada al barrio Matías Molumba, en la Comuna 12, para vender sus productos. Su vida ha estado marcada por la violencia, pero sigue apostándole al trabajo en el campo, a pesar de la inseguridad.
Don Gilberto llegó hace más de 40 años a Buenaventura huyendo de la violencia en Antioquia junto a su familia. Pero, al poco tiempo, la guerra también lo alcanzó en este puerto del Pacífico. Su hermano fue asesinado en un hecho que dejó una marca imborrable en su historia.
Ahí me mataron un hermano, lo cogieron y lo sacaron de ahí por las maletas, lo mataron, lo robaron, ahí lo encontramos tirado. Y aquí murió mucha gente, y pues la mayoría nos fuimos. Yo hacía años, años no venía aquí a Buenaventura.
A pesar de ese dolor, el trabajo en el campo lo ha mantenido firme. Semana tras semana, regresa a la ciudad para comercializar lo que cosecha en sus tierras.
Traigo plátano, traigo aguacate, a veces frutas, guanábanas, borojos, papayas. Y pues a seguir viniendo a pesar de que este estado pues con tanta violencia.
Su historia es similar a la de otros agricultores y comerciantes que han decidido volver, enfrentándose a un panorama incierto en el que la violencia sigue siendo una amenaza constante.
Buenaventura está atrapada entre el miedo y la esperanza
El regreso de los habitantes a Buenaventura es un reflejo de la necesidad de recuperar la vida cotidiana, pero también de la falta de opciones. Muchos vuelven no porque la situación haya mejorado, sino porque no tienen otra alternativa para sobrevivir.
A pesar de esto, hay una sensación de esperanza. Los comerciantes, emprendedores y agricultores que han retornado ven en su trabajo una forma de reconstruir su ciudad, de resistir ante la violencia y de apostarle a un futuro mejor.
No obstante, las condiciones siguen siendo críticas y la comunidad exige que el Gobierno y las autoridades locales actúen con contundencia para devolverle la seguridad al puerto.