Alerta por aumento de ciclomotores ilegales: crece la venta informal en Colombia
La ANDI alerta sobre el preocupante aumento de la venta ilegal de ciclomotores en Colombia. Crece la informalidad, se incumplen normas de tránsito y aumenta el riesgo para la seguridad vial.
Noticias RCN
07:26 a. m.
La Cámara de la Industria de Motocicletas de la ANDI lanzó una seria advertencia sobre el aumento descontrolado en la importación y venta ilegal de ciclomotores en Colombia.
Esta situación no solo representa una amenaza para la movilidad sostenible, sino que pone en grave riesgo la seguridad de conductores, peatones y ciclistas.
“Estamos presenciando un incremento alarmante de la informalidad y la ilegalidad en la comercialización y uso de ciclomotores en Colombia. Esta situación está generando serias afectaciones a la seguridad vial y al cumplimiento de la normativa de tránsito”, aseguró Iván García, director de la Cámara de la Industria de Motocicletas de la ANDI.
La informalidad crece: cifras preocupantes y engaño al consumidor
Mientras los registros formales de ciclomotores en el RUNT disminuyeron un 51% entre 2022 y 2024, las importaciones de vehículos vendidos como “bicicletas eléctricas” aumentaron más del 700% solo en 2024.
Este fenómeno sugiere que muchos de estos vehículos no están cumpliendo con los requisitos legales y se están camuflando para evitar la regulación.
Lo más grave es que estos ciclomotores se venden con información engañosa, asegurando que no requieren matrícula, SOAT o licencia de conducción, cuando en realidad están sujetos a las mismas exigencias que una motocicleta.
Incluso se han detectado ventas en lugares inadecuados como droguerías y otros comercios, sin brindar la información técnica ni legal necesaria.

La diferencia entre un ciclomotor y una bicicleta eléctrica
La confusión entre ciclomotores y bicicletas eléctricas ha sido aprovechada por comercializadores ilegales. Según la Resolución 160 de 2017 del Ministerio de Transporte, una bicicleta eléctrica debe pesar menos de 35 kg, no superar los 25 km/h con asistencia, tener una potencia de hasta 350W y que el motor funcione solo al pedalear.
En cambio, un ciclomotor puede tener motores de hasta 4000W, superar los 25 km/h y funcionar sin pedaleo gracias a un acelerador. Esta diferencia es clave, ya que los ciclomotores requieren SOAT, matrícula y licencia, y no pueden circular por ciclorrutas.
“La falta de un control efectivo impacta negativamente en la seguridad vial, ya que los usuarios de estos vehículos no están sujetos a las mismas obligaciones que otros actores viales, generando un riesgo para ellos mismos y para los demás actores en la vía”, reiteró García.
Medidas urgentes para frenar la ilegalidad
La Cámara de la Industria de Motocicletas ha solicitado al Gobierno y a las autoridades de control implementar siete acciones concretas: mejorar la vigilancia, sancionar a quienes venden ilegalmente, aclarar la normativa vigente, promover campañas de sensibilización, actualizar la normativa, coordinar con autoridades locales y revisar normas específicas como las de Bogotá.
El desafío es enorme y el tiempo apremia. Sin una respuesta firme y coordinada, los ciclomotores seguirán proliferando al margen de la ley, afectando la seguridad vial de todos los colombianos.