Cancillerías extranjeras establecen contacto con el nuevo poder en Siria
Tras la caída de Bashar al Asad, Siria enfrenta retos diplomáticos, humanitarios y económicos en medio de la transición de poder.

AFP
04:26 p. m.
A una semana del derrocamiento de Bashar al Asad, varios países han iniciado contactos diplomáticos con el nuevo gobierno liderado por el grupo islamista Hayat Tahrir al Sham (HTS), marcando un giro en la relación con Siria tras más de una década de guerra.
Apertura diplomática en medio de la incertidumbre
La comunidad internacional comienza a tender puentes con las nuevas autoridades sirias en Damasco. Turquía reabrió su embajada después de 12 años, y Catar anunció que su misión diplomática retomará funciones esta semana. Por su parte, Francia envió una delegación para "establecer los primeros contactos", mientras que Estados Unidos y Reino Unido confirmaron diálogos con HTS, a pesar de que este grupo sigue clasificado como "terrorista" por ambas potencias.
Geir Pedersen, enviado de la ONU para Siria, también visitó el país y pidió asistencia humanitaria inmediata, así como evitar actos de venganza contra los partidarios del antiguo régimen. Según Pedersen, garantizar una transición inclusiva será clave para evitar una nueva guerra civil en este país multiétnico y multiconfesional.
Desafíos humanitarios y reconstrucción económica
Mientras los diplomáticos negocian, los sirios enfrentan una crisis económica agravada por las sanciones internacionales y casi 14 años de conflicto. "Necesitamos que el zoco vuelva a funcionar rápidamente", afirmó Amjad Sanduq, un comerciante de Damasco, reflejando la urgencia de recuperar la normalidad en medio de un panorama incierto.
Además, la caída del régimen ha reavivado el dolor de miles de familias que buscan a sus desaparecidos en prisiones y centros de detención. Las historias de tortura y condiciones inhumanas reveladas tras la liberación de presos son un recordatorio de los años de represión bajo el régimen de Al Asad.
La transición en Siria está marcada por desafíos históricos. Con un nuevo gobierno que busca consolidar su poder y la comunidad internacional evaluando su relación con HTS, el futuro del país dependerá tanto del manejo interno como de la diplomacia global.