Decomisaron casi 400 ranas que iban a ser usadas como estimulante sexual en Perú
El cargamento ilegal de ranas disecadas, una especie en peligro de extinción, fue interceptado en Puno y tenía como destino Lima, donde el extracto del anfibio se comercializa como afrodisíaco.
Noticias RCN
09:45 p. m.
La caza furtiva y el tráfico ilegal de fauna silvestre son problemas recurrentes en Perú, poniendo en peligro a numerosas especies protegidas.
Entre ellas, la rana gigante del lago Titicaca se enfrenta a un alarmante declive poblacional debido a la demanda de su uso en la medicina tradicional y como supuesto estimulante sexual.
Fueron decomisadas casi 400 ranas en Perú
El pasado jueves 5 de septiembre, las autoridades peruanas realizaron un importante operativo en la región de Puno, al sureste de Perú, donde interceptaron un vehículo de encomiendas que transportaba 390 ejemplares muertos de ranas gigantes del lago Titicaca.
Según informó el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), los anfibios disecados fueron encontrados ocultos en una caja de cartón dentro del vehículo, que fue detenido durante un control de rutina.
El cargamento tenía como destino final la capital del país, Lima, donde el extracto de la rana del Titicaca es altamente cotizado por sus supuestas propiedades afrodisíacas.
Popularmente conocido como el "viagra de los incas", este producto se vende en mercados clandestinos y es utilizado en la medicina tradicional como un supuesto remedio para la impotencia sexual.
Sin embargo, no existen estudios científicos que respalden estas propiedades, lo que no ha detenido su demanda.
La especie que iba a ser comercializada de manera ilegal está en peligro de extinción
La caza de estas ranas ha crecido en las últimas décadas, en parte impulsada por la creencia popular en sus efectos afrodisíacos.
Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), en 2019 la rana gigante del Titicaca fue incluida en su lista de especies en peligro de extinción, ya que, la población de estos anfibios ha disminuido dramáticamente en los últimos 15 años, con una reducción de hasta el 80%.
Este declive se debe, además de la caza ilegal, a factores como la contaminación de su hábitat natural en el lago Titicaca, compartido por Perú y Bolivia, y los efectos del cambio climático que han alterado las condiciones ambientales en la región.
Adicional, el tráfico de esta especie es impulsado por redes criminales que se aprovechan de la demanda en los mercados urbanos, donde los extractos de animales exóticos son ofrecidos como curas milagrosas o potenciadores de salud.
Cabe mencionar que, las ranas son capturadas en el lago Titicaca, uno de los lagos más grandes y altos del mundo, y luego son disecadas y transportadas de manera clandestina a las principales ciudades del país.
¿Cuáles son las consecuencias legales y ambientales del decomiso?
La legislación peruana es clara respecto a la protección de especies en peligro. El tráfico, captura y comercialización de animales protegidos está castigado con severas sanciones.
Las penas pueden incluir multas que superan los 14.500 dólares, además de sentencias de cárcel. Aun así, la falta de recursos y la vigilancia limitada en las zonas rurales y fronterizas facilitan que estas actividades ilegales sigan proliferando.
El Serfor, responsable de la intervención, emitió un comunicado destacando la gravedad del caso, señalando que la captura y comercialización de estas ranas no solo es una amenaza directa para la supervivencia de la especie, sino que también contribuye a la degradación del ecosistema del lago Titicaca.