Enfermero colombiano fue secuestrado en su luna de miel en México: "pensé que me iban a matar"
Su viaje de luna de miel se convirtió en una pesadilla, siendo víctima de un grupo armado que lo forzó a pagar una millonaria suma para ser liberado.
Noticias RCN
09:54 p. m.
Los viajes de colombianos a México, un destino turístico habitual, se han visto opacados en los últimos meses por una preocupante ola de secuestros y extorsiones.
Las víctimas, turistas en su mayoría, son interceptadas por grupos delictivos que operan en diferentes regiones del país, sometiéndolas a torturas psicológicas y físicas, y exigiendo grandes cantidades de dinero para su liberación.
Recientemente, en Bogotá, una familia denunció el secuestro de varios de sus miembros que viajaban por motivos turísticos. A este caso, se suma ahora el testimonio desgarrador de un enfermero colombiano que, junto a su esposa, vivió el terror en lo que debía ser un viaje de ensueño.
Enfermero colombiano fue secuestrado en su luna de miel en México
Todo comenzó como una aventura para celebrar su matrimonio. El enfermero y su esposa partieron desde Bogotá con la ilusión de disfrutar de unos días de relajación y romance. Sin embargo, tras varias jornadas en Cancún, decidieron trasladarse hacia Mexicali, sin imaginar que ese cambio de ubicación marcaría el inicio de su calvario.
Nos abordan y nos dicen que a partir de ese momento estamos siendo detenidos
No recibieron ninguna explicación clara, solo fueron subidos a una camioneta sin saber exactamente hacia dónde los llevaban.
Nos llevan a la camioneta y ahí empieza una catástrofe mental.
El momento más crítico ocurrió cuando el vehículo en el que iban fue abordado por una familia que también había sido capturada. En ese grupo, viajaba un niño pequeño, lo que hizo la situación aún más angustiante para la pareja.
Montaron una familia donde había un niño y vemos como ultrajan a la mamá.
La travesía continuó durante varios kilómetros y según su testimonio, alcanzó a ver el muro que divide México de Estados Unidos, lo que indicaba que se encontraban ya en Tijuana, un punto conocido por su actividad fronteriza y, tristemente, también por la presencia de grupos armados.
Nos reciben personas fuertemente armadas (…) era un grupo que tenía una vestimenta de color café oscuro tipo camuflaje y tenían armas de fuego desde pistolas hasta rifles.
Aun así, el momento más violento para el enfermero fue cuando recibió un golpe con un palo en la cara, lo que le causó la pérdida de su dentadura.
Recibo un golpe con un palo en la cara y pierdo mi dentadura.
En el lugar, el panorama era desolador: personas tiradas en el piso, algunas de ellas de nacionalidad japonesa, y varios colombianos compartían su misma suerte.
Enfermero pagó millonaria suma para ser liberado junto a su esposa en México
La intención de los secuestradores era clara desde el principio: obtener dinero a cambio de la libertad de sus víctimas.
Que pague por la libertad mía y de mi esposa si quiero volver a mi tierra.
Ante la amenaza constante, no tuvo más opción que acceder a las exigencias del grupo. En su relato, mencionó que, en un intento desesperado, lloró suplicando que le permitieran al menos conservar el dinero necesario para regresar a Colombia.
A lo que los secuestradores, finalmente, le hicieron firmar un documento mientras un hombre armado lo apuntaba por detrás.
Desesperado y sin alternativas, pagó la suma exigida por los secuestradores y sorprendentemente, fueron los mismos captores quienes se encargaron de comprar los boletos de avión para que él y su esposa pudieran regresar a Colombia.
Pero su sufrimiento no terminó con su liberación, pues una vez en territorio colombiano, la pareja continuó recibiendo llamadas intimidatorias desde México, advirtiéndoles que no acudieran a las autoridades.
En medio de este caos, un detalle podría ser clave para identificar el lugar donde ocurrieron estos hechos: el hombre logró guardar una ubicación en su aplicación de Google Maps que señala un punto específico en Tijuana.
Me arroja una ubicación, el lugar se llama Instituto Nacional de Migración Tijuana, México.
Por último, a pesar de haber regresado a su país, la experiencia vivida lo sigue persiguiendo. “Un infierno de días que aún no me deja dormir”.