Escala la tragedia en Birmania: van más de mil muertos tras el devastador terremoto
Los rescatistas continúan buscando sobrevivientes entre los escombros.

Noticias RCN
AFP
07:37 a. m.
La catástrofe en Birmania sigue agravándose. Más de 1.000 personas han muerto y al menos 2.389 han resultado heridas tras el devastador terremoto de magnitud 7,7 que sacudió el país el pasado viernes 28 de marzo.
El epicentro se ubicó en la ciudad de Sagaing, pero los efectos se extendieron a varias regiones, golpeando con especial crudeza a Mandalay, la segunda ciudad más grande del país.
El sismo registrado tuvo una profundidad reducida, lo que lo hizo aún más destructivo. Minutos después, una fuerte réplica de magnitud 6,7 sacudió nuevamente la zona, incrementando el desastre.
Miles de edificios han colapsado, entre ellos viviendas, templos y puentes, dejando a centenares de personas atrapadas bajo los escombros.
Las imágenes que llegan desde las ciudades afectadas muestran un escenario de devastación absoluta: calles cubiertas de escombros, hospitales desbordados y familias enteras buscando a sus seres queridos entre las ruinas.
Al momento, la Cruz Roja teme que el número de víctimas sea mucho mayor, ya que aún hay decenas de desaparecidos y muchas zonas afectadas siguen incomunicadas.
Mandalay se convirtió en una ciudad en ruinas: personas atrapadas y templos destruidos
En Mandalay, donde viven 1,7 millones de personas, la situación es crítica. Un edificio residencial de doce pisos se derrumbó por completo, dejando al menos 90 personas atrapadas, según informó la Cruz Roja.
Los equipos de emergencia trabajan sin descanso para remover los escombros, pero la escasez de maquinaria especializada hace que el rescate sea desesperadamente lento.
Los periodistas que lograron ingresar a la zona han documentado el colapso total de una pagoda centenaria, un símbolo de la ciudad. Un soldado que presenció el derrumbe describió el horror del momento:
Comenzó a temblar y luego se puso serio. El monasterio también se derrumbó. Un monje ha muerto. Nunca había sentido algo así en mi vida.
Cerca del aeropuerto de Mandalay, las autoridades han bloqueado el acceso. El techo del terminal aéreo colapsó, aunque no se reportaron víctimas fatales dentro del aeropuerto. Sin embargo, el cierre de operaciones pone en riesgo la llegada de ayuda humanitaria, en un país que ya enfrentaba un grave aislamiento internacional debido al conflicto civil.
Estado de emergencia y llamado urgente de la junta militar
Ante la magnitud del desastre, el gobierno militar de Birmania ha declarado el estado de emergencia en las seis regiones más afectadas. La crisis sanitaria es evidente: en Naipyidó, la capital, centenares de heridos han tenido que ser atendidos en las calles, ya que muchos hospitales han sufrido daños en sus estructuras y no pueden operar con normalidad.
Por primera vez desde que tomó el poder en 2021, el líder de la junta militar, Min Aung Hlaing, ha solicitado ayuda internacional de manera abierta:
Cualquier país o cualquier organización que pueda ayudar, es bienvenida.
¿Cómo ha sido el proceso de rescate?
A pesar del aislamiento diplomático de Birmania, varios países ya han comenzado a enviar ayuda. India fue el primero en actuar, enviando un avión con kits de higiene, mantas y alimentos a la ciudad de Rangún.
China anunció el envío de 82 rescatistas especializados, mientras que Corea del Sur, Malasia y la Organización Mundial de la Salud han activado planes de asistencia.
Desde Estados Unidos, el presidente Donald Trump se pronunció con un mensaje de apoyo:
Los ayudaremos (…) Es terrible lo que está sucediendo.
Paralelamente, el presidente chino, Xi Jinping, también expresó su solidaridad con Birmania y anunció que Beijing coordinará más envíos de asistencia humanitaria.
¿Va a seguir subiendo la cifra de víctimas?
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) advirtió que el número de muertos podría dispararse en los próximos días. Basándose en modelos de catástrofes, los científicos estiman que hay un 35% de probabilidades de que las víctimas fatales lleguen a las 10.000 o incluso 100.000 personas.
“Cabe esperar un gran número de víctimas y daños significativos. Es probable que la zona de la catástrofe se extienda”, advirtió el USGS.