El secreto para ser mejor en su trabajo: aprenda la mentalidad de crecimiento

Generalmente escuchamos que durante las crisis hay aprendizaje, y es precisamente en esos momentos de incertidumbre, dudas, criticas y malos días, en los que puede aparecer una oportunidad para aprender y desarrollar habilidades que permitan ser un mejor trabajador.

Pero lograr pensar de esta manera y actuar conforme a ello, puede ser más difícil de lo que parece. De acuerdo lo dicho a la BBC por la psicóloga Elaine Elliott-Moskwa, los seres humanos están programados para creer en sus emociones, es decir, cuando decimos "siento que no soy lo suficientemente bueno", esa percepción tiene poder sobre nuestro cuerpo, pese a que solo sea una creencia propia.

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La mentalidad de crecimiento se basa en aprender a superar esas ideas de incapacidad frente a los obstáculos, y, en cambio, apreciarlos como una forma de aprender. Los beneficios que trae esta forma de pensar son múltiples y van desde aumentar las destrezas, hasta construir relaciones de apoyo con colegas, manejar el estrés, tener una postura firme frente al fracaso y desarrollar habilidades para el desempeño laboral.

Mentalidad de crecimiento

Desde 1988 fue una teoría relacionada con la educación. Surgió intentando responder a la pregunta de por qué los niños más inteligentes fallaban ante las dificultades, pese a contar con las habilidades para sobrepasarlas. Lo que se demostró este planteamiento fue que la concepción que cada uno tiene sobre lo que es capaz de hacer, determina el resultado de una tarea. Este concepto fue explicado por la psicóloga Carol Dweck con dos términos: "mentalidad fija" y "mentalidad de crecimiento".

La primera hace referencia a creer que se poseen habilidades mínimas y que además esto no puede ser cambiado, mientras que la segunda es estar convencido de que estas aptitudes se pueden transformar.

Para aplicarlo al entorno laboral, es común que un trabajador tenga una mentalidad fija ante el regaño de un jefe. Pensamientos como “no soy suficiente” o “no puedo hacerlo”, suelen aparecer en el proceso; sin embargo, la elección de tener una mentalidad de crecimiento está en cada uno. Al aplicarla, la respuesta ante la misma situación anterior sería reconocer la necesidad de mejorar y ver el regaño como una oportunidad.

Las personas que trabajan con esta mentalidad pueden dividir los desafíos en pasos alcanzables y salir de la zona de confort, al aceptar un cierto nivel de riesgo asumiendo la incertidumbre que genera la posibilidad de cambiar algo.

Paso a paso para tener una mentalidad de crecimiento

1. Tener conciencia personal: identificar cada pensamiento de mentalidad fija y cambiarlo por uno de mentalidad de crecimiento
2. Dividir los desafíos que pueden parecer muy amplios, en partes más pequeñas: es importante preguntarse si es tan grave como parece, si lo ha hecho antes, y que es específicamente lo que genera incomodidad.
3. Con lo anterior, el siguiente paso es especificar la dificultad y trabajar en ello: si es necesario pedir ayuda o buscar inspiración en otros, debe hacerse.

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