¿Revictimización en el caso de Paula Valentina Torres?: Le dijeron a la familia que había caído de un puente

El caso de Paula Valentina Torres continúa sin tener indicios de la persona que la llevó a la muerte, tras raparle su celular en un bus de Transmilenio en el que se movilizaba para su casa, en Cedritos. La tarde del 28 de julio marcó un antes y un después para la familia Torres Sutachá, luego de que recibieran una primera llamada en la que se les notificó que algo le había ocurrido a la joven de 21 años.

La mamá de Paula fue la primera en recibir una llamada. A las 4:20 de la tarde, aproximadamente, de la Universidad del Rosario, donde la joven cursaba estudios de terapia física: "para decirme que si era la mamá de Paula y que se habían comunicado con ellos para decirles que teníamos que acercarnos a Chicó porque mi hija había sufrido un accidente, o algo así".

"A las 4:40 p.m., me llamó el policía". Hubo desconcierto, pues de acuerdo con lo poco que logró entender en estas llamadas, incluso la situación parecía propia de casos de extorsión o estafa, por lo que no tenían confianza en la información que acababan de recibir. Sin embargo, se trasladaron a la Clínica del Country, donde efectivamente había ingresado Paula.

Llegaron a la clínica con la información de que su hija había caído del puente peatonal de la estación Virrey.

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¿Revictimización en el caso de Paula Valentina Torres?

Fue hasta las 5:20 de la tarde que los padres de Paula, con desconfianza de que se tratara de un hecho de delincuencia, llegaron a la clínica, donde se mantuvo inicialmente la versión de que había caído del puente. Algo que no cobraba sentido porque no tenía problemas y "era una niña feliz". 

El hecho de que se haya mal informado a los padres de lo que realmente le había pasado a la joven estudiante podría incurrir en una doble victimización. Puesto que estos datos habrían sido aportados por funcionarios. Paula no se lanzó de un puente, fue víctima de un hurto frente otros pasajeros que, seguramente, vieron cómo ocurrieron los hechos, pero, esta información fue tratada, de primera mano, con ligereza.

Al mismo tiempo, en redes sociales, se juzga el hecho de que Paula llevara su celular en la mano en un espacio público. Este tipo de casos han llegado al punto de la normalización, tanto así que ser víctima, a la larga termina transformándose en victimario. Lo que pudo inicialmente interpretarse como un caso de suicidio, finalmente era la cruel realidad de la inseguridad latente en la ciudad que le apagó la vida a Paula. 

Esta era la primera vez que Paula se enfrentaba a un hurto en la convulsionada Bogotá. Su familia sabe que nada va a devolver la vida a Paula, pero confían en que este caso sea un referente para que se tomen acciones reales frente a este tipo de casos.

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Las últimas horas de vida de Paula Valentina Torres

Paula regresaba de la universidad en el centro a su casa en Cedritos, la tarde del 28 de julio. Un recorrido largo y tedioso al que ya estaba acostumbrada.

Yenny Sutachán, su tía, contó que antes de que todo esto ocurriera “ella estaba feliz, almorzó feliz, comió helado. Estaba contenta como siempre”. Luego ingresó a Transmilenio y comenzó, sin saberlo, el último recorrido de su vida.

A las 3:22 p.m., en el interior de un biarticulado, hizo una llamada a su abuela, quien no alcanzó a contestar. La llamada fue devuelta, pero Paula no atendió.

Tres minutos más tarde hizo contacto con un amigo por chat. El último mensaje que envió fue a las 3:25 p.m.

La información que maneja la familia es que el bus paró en la estación Virrey, allí el delincuente entró, le rapó el celular, abrió la puerta del biarticulado a la fuerza y saltó. Ella, en su reacción por evitar que se llevara su celular, cayó al pavimento, mientras el vehículo iba en movimiento.

A las 5:20 p.m. los padres de Paula recibieron una llamada de la Universidad del Rosario, en la que le indicaban que, al parecer, Paula se había lanzado de un puente y que estaba siendo atendida en el centro hospitalario. 

A los pocos minutos los llamó alguien que se identificó como miembro de la Policía. Inicialmente, pensaron que se trataba de un caso de extorsión. Al llegar a la clínica, confirmaron que efectivamente sí se trataba de su hija. 11 horas más tarde, se conoció su muerte. Su estado de salud era muy complejo.

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