“A mi hijo que estaba lleno de salud le quitan la vida en un momento”: papá de policía asesinado en Caquetá
El subintendente Ricardo Monroy Prieto quien fue asesinado en Los Pozos, Caquetá, es recordado como un uniformado que defendió a Colombia y los campesinos.
Noticias RCN
04:30 p. m.
La situación que se vive en Los Pozos, Caquetá es preocupante. El subintendente Ricardo Arley Monroy Prieto, también era un campesino, nacido en una familia boyacense que fue asesinado en medio de las alteraciones en las instalaciones de una petrolera con la guardia indígena. Hoy en medio del dolor y desconsuelo, sus familiares esperan el cuerpo de su hijo.
“Mi hijo estaba lleno de salud, me le quitan la vida en un momento. No hay derecho”, Arquímedes Monroy, papá de policía asesinado.
La muerte de Ricardo Arley Monroy Prieto, abrió paso al silencio y dolor más profundo de una familia campesina en Boyacá. Su hijo llegó a la Policía Nacional hace 15 años cuando salió de su adorado campo con la ilusión de servirle a su país.
El corazón y el amor de un padre es puro y sincero, por eso, su padre parece siempre haber presentido su muerte, “yo tenía ese miedo desde hace tiempo con mi hijo”.
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Su don de servicio lo hizo un uniformado que defendió a Colombia y a sus campesinos con el mismo amor que aprendió a labrar la tierra. “Lo voy a extrañar mucho, mucha falta que me hace”, destacó su padre. En el campo que tantas veces le dió alegrías, su fuerza se apagó, dejando a sus dos pequeños hijos, a su esposa y a su familia.
“Él era campesino como los señores que hicieron eso. Porqué tienen que entrar en violencia con ellos si sólo estaban cumpliendo su trabajo”, dijo Arquímedes Monroy a Noticias RCN.
En memoria del subintendente Monroy Prieto que comandaba a su grupo de hombres, en Tunja se realizan homenajes, velatón y se izan las banderas a media asta.
“Estamos acompañando a la familia en Cómbita y un momento de reflexión con la familia”, indicó el comandante de la Policía Metropolitana de Tunja, coronel Fredy Ferney Pérez Pérez.
En medio de la tristeza, la familia de este hijo de Boyacá, permanece en el abrazo de su hogar, lejos, distante y tratando de entender la razón para decir adiós.