Ofrecen formación empresarial para migrantes en Colombia: ¿cómo aplicar?
Una gran parte de los migrantes que han acudido al programa han logrado superar la pobreza monetaria.
Noticias RCN
03:40 p. m.
La reinserción productiva, acompañada de inclusión financiera, son dos procesos que contribuyen de manera clara en el desarrollo de los migrantes venezolanos en Colombia, convirtiéndolos en actores clave para aportar en el crecimiento del país, así como en la generación de empleo. Así, lo ha analizado el programa Emprendimientos Productivos para la Paz – EMPROPAZ –, liderado por Bancamía, en alianza con USAID, que desde 2020, ha atendido a esta población, brindándoles la oportunidad de mejorar sus condiciones de vida, a través de formación empresarial personalizada y asesoría socioemocional, además de ofrecerles la posibilidad de acceder a productos y servicios financieros en condiciones especiales.
De acuerdo con ‘Bogotá Cómo Vamos’, el 62% de migrantes venezolanos que tienen vocación de permanencia en la ciudad viven en pobreza monetaria. De estos, el 65% lo hace en estratos 1 y 2. Además, en un estudio publicado por el DANE, se indica que el 81% de esta población que desea iniciar un negocio, afirma encontrar dificultades para hacerlo; entre estos obstáculos, el 79,6% señaló que el principal es obtener acceso a créditos, siendo las mujeres quienes con más frecuencia no han podido acceder a los mismos.
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Ofrecen formación empresarial para formalizar migrantes en Colombia
Frente a este panorama, Bancamía, entidad de la Fundación Microfinanzas BBVA, en alianza con USAID, junto a la Corporación Mundial de la Mujer Colombia y la Corporación Mundial de la Mujer Medellín/De Mis Manos, han venido trabajando en el fortalecimiento del capítulo de EMPROPAZ sobre migrantes, que tiene presencia en 21 municipios del país donde hay una importante concentración de esta población. Así, el programa reporta que, a la fecha, ya son 4.578 migrantes en estos territorios los que han recibido apoyo a través de actividades para la gestión del emprendimiento, el fortalecimiento empresarial y/o inclusión financiera.
Así mismo, de aquellos migrantes, colombianos retornados y población de acogida que recibieron, a través de EMPROPAZ, asesoría socioemocional, acompañamiento socio empresarial y oportunidades de inclusión financiera, el 38% solo ha cursado secundaria y el 37% del grupo de emprendedores que llegaron con una idea de negocio ya han logrado materializarla. A su vez, el 76% son mujeres, y la entidad reporta que, en promedio, los hogares están compuestos por 4 personas.
Por otro lado, el 48% de los emprendedores y microempresarios que ha atendido se encontraban en situación de pobreza extrema al momento de ingresar al programa, cifra que muestra las condiciones de vida en las que inician este proceso de acompañamiento.
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"Con EMPROPAZ hemos logrado acompañar a la población migrante en su camino para integrarse social y económicamente en Colombia, impulsando sus capacidades humanas y productivas para el crecimiento de sus negocios. A través de Bancamía, se ha facilitado el proceso para que los migrantes inicien su historial financiero, mediante el ahorro o el crédito, y, adicional, se les han brindado herramientas que promueven la inserción social y comunitaria para generar una verdadera transformación sostenible de sus condiciones de vida, con el apoyo de la Corporación Mundial de la Mujer Colombia y la Corporación Mundial de la Mujer Medellín/De Mis Manos” afirma Miguel Achury Jiménez, gerente de EMPROPAZ, quien agrega que hasta el momento “se han entregado cerca de $1.000 millones en microcréditos de fortalecimiento para microempresarios y crédito semilla para emprendedores migrantes, colombianos retornados y comunidades de acogida, 76% de los beneficiarios han sido mujeres, 58% de ellas, madres cabeza de hogar”.
Y es que el 19% de los emprendedores y microempresarios que finalizaron todo el proceso con el programa, han logrado superar la pobreza monetaria después de dos años o más de su intervención. Adicionalmente, sus negocios reportan crecimientos interanuales de 99% en ventas, 107% en utilidades y 168% en activos.
Además de la asesoría empresarial por medio de formación especializada, EMPROPAZ brinda un acompañamiento socioemocional a los migrantes pertenecientes al programa que lo deseen. A la fecha, 1.534 beneficiarios iniciaron esta ruta de acompañamiento, en la cual ya se han llevado a cabo 7.912 talleres. Allí, las personas pueden fortalecer habilidades personales y emocionales a través de espacios de trabajo que tocan temáticas como el autocuidado, la reparación y el arraigo para que desde la estabilidad puedan acompañar su desarrollo productivo, como en el caso de Irma Seres, quien hace más de 6 años dejó su vida en Venezuela para probar suerte en Colombia.
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Una repostera venezolana, el caso de éxito del programa
El 26 de junio de 2017, la vida de Irma Seres y la de su familia cambió por completo. Con 7 meses de embarazo, y la angustia de ver que en Venezuela no iba a obtener una correcta atención, decidió migrar junto con su madre a Colombia, específicamente a Bello, en Antioquia.
A los 4 años de haber llegado, entre tortas de cumpleaños, algunos postres y la gran sazón venezolana de Irma, nació ‘Mima Repostería - ¡Que Riquicura!’, negocio con el que Irma empezó a edificar el futuro de sus dos hijos. Teniéndolos a ellos como inspiración, se inscribió a una convocatoria de EMPROPAZ que conoció por redes sociales y arrancó su proceso en 2022 con la necesidad de posicionar su marca, tecnificar y estandarizar la producción para poder reducir costos y despegar económicamente, lo cual no había logrado hasta el momento.
Junto con EMPROPAZ, Irma pudo capacitarse en temas organizacionales, construir un plan de negocios efectivo, comprender el mercado, segmentar sus clientes y edificar una propuesta única de valor. “Tengo mis metas claras, me voy a comprar la cilindradora para hacer más panes y en unos años voy a ser una marca aún más conocida. Quiero tener tres puntos de venta y hasta volverlo una franquicia”, afirma con emoción.
A finales de 2023, Irma decidió dar un nuevo paso y gracias al apoyo de Bancamía, solicitó un crédito para invertir en el crecimiento de su negocio. De acuerdo con la emprendedora, esta inyección financiera le permitió adquirir mejores equipos. Hoy en día, Irma aumentó cuatro veces sus ventas y, además, pudo abrir un punto de venta en Bello y ha ido agregando más productos a su oferta de repostería, además de ofrecer cursos que han tenido acogida y le han permitido generar una fuente de ingresos extra.