Cuatro hombres fueron ejecutados en Afganistán ante miles de personas
Las ejecuciones contaron con la presencia de miles de ciudadanos en estadios. No se permitió grabar.

AFP
01:34 p. m.
En Afganistán, cuatro hombres fueron ejecutados este viernes 11 de abril tras ser condenados por asesinato.
La ejecución colectiva contó con presencia del público y se efectuó en tres provincias. Un recuento de AFP indicó que, desde que los talibanes volvieron al poder en 2021 (hace cuatro años), son 10 los casos que concluyeron en este procedimiento.
Asesinos fueron ejecutados en estadios
La Corte Suprema informó que las ejecuciones contaron con el aval del líder supremo de los talibanes, Hibatullah Akhundzada. Él gobierna el país estando recluido en su bastión de Kandahar.
Estas cuatro personas fueron ejecutadas a tiros. Horas atrás, las autoridades locales extendieron la invitación a funcionarios y ciudadanía en general para que presenciaran el fusilamiento.
Sin embargo, se prohibió el uso de celulares, cámaras o cualquier dispositivo con el que se pudiera grabar.
Dos de las ejecuciones se llevaron a cabo en el estadio de Qala-I-Naw, a donde acudieron alrededor de 20 mil personas. El primero fue culpable de tres asesinatos, mientras que el segundo solamente de uno.
“Estaban sentados, dándonos la espalda. Familiares de las víctimas estaban detrás de ellos y les dispararon con pistolas”, esto le dijo Mohamed Iqbal Rahimyar, una de las personas que vio la ejecución.
Si bien las familias de los ejecutados pidieron perdón y ofrecieron una compensación económica, los allegados de las víctimas asesinadas por estos hombres se negaron al indulto o cambio de pena. La tercera ejecución ocurrió en Zaranj.
Rechazo de Naciones Unidas y Amnistía Internacional
Las reacciones no se hicieron esperar. El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, declaró: “Estamos consternados por las ejecuciones de cuatro hombres en las provincias de Badghís, Nimruz y Farah esta mañana”.
Amnistía Internacional denunció las ejecuciones, las cuales calificó como “una flagrante violación de la dignidad humana y del derecho internacional”.