Terremoto de magnitud 7,1 golpeó la costa de Japón y generó alerta de tsunami
El sismo se produjo en la tarde de este 8 de agosto, a unos 25 kilómetros de profundidad en la costa de la isla de Kyushu.
AFP
06:48 a. m.
Un terremoto de magnitud 7,1 golpeó este jueves 8 de agosto las costas de la isla de Kyushu, en el sur de Japón, según informó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). La agencia de meteorología local emitió una advertencia por el riesgo de un tsunami.
El potente sismo se produjo a las 16H42 (07H42 GMT) en las costas de Kyushu, a una profundidad de 25 kilómetros, indicó el USGS, que inicialmente reportó dos temblores seguidos.
"El error fue corregido. Se registró solamente un evento", indicó el Servicio Geológico.
Terremoto generó alerta por riesgo de tsunami
La Agencia Japonesa de Meteorología (JMA) reportó un sismo de magnitud 7,1 y emitió una advertencia por el riesgo de un tsunami.
"Por favor, no entre en el mar ni se acerque a la costa hasta que se levante el alerta", indicó la Agencia en la red social X.
No hubo reportes inmediatos de daños, pero el gobierno japonés informó en un comunicado que instaló un grupo de trabajo para coordinar la respuesta a los sismos.
Una hora después del sismo, se registraron olas de 50 centímetros, 20 centímetros y 10 centímetros en algunos lugares, indicó la JMA.
El Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico emitió una advertencia por el riesgo de olas peligrosas en un radio de 300 kilómetros alrededor del epicentro.
Japón sobre el "Cinturón de Fuego" del Pacífico
Japón está situado sobre cuatro grandes placas tectónicas, en el "Cinturón de Fuego" del Pacífico, y es uno de los países con más actividad sísmica del mundo.
Este archipiélago, que tiene unos 125 millones de habitantes, registra cerca de 1.500 sismos cada año, que corresponden a un 18% de los temblores que se registran en el mundo.
La gran mayoría de los sismos son leves, pero los daños varían según donde se registre el epicentro y la profundidad. Las estrictas normas de construcción antisísmica permiten que incluso temblores potentes generen pocos daños.
El 1 de enero de este año, más de 200 personas murieron por un devastador terremoto que golpeó la península de Noto, a orillas del Mar de Japón.