Sacerdotes están siendo acusados de encubrir abusos a menores de edad en Bolivia
La Fiscalía General de Bolivia apunta a religiosos que habrían ocultado los crímenes de pederastia perpetrados por el fallecido arzobispo de La Paz.
Noticias RCN
04:01 p. m.
La Fiscalía General de Bolivia ha abierto un nuevo capítulo en la serie de escándalos de abusos sexuales que han sacudido al país en los últimos años.
Este caso específico se centra en crímenes cometidos en la década de 1960 y en la supuesta complicidad de miembros de la Compañía de Jesús, quienes habrían encubierto los abusos durante décadas.
Tres sacerdotes jesuitas son investigados por encubrir abusos a menores
Este jueves 8 de agosto, se anunció la imputación a tres sacerdotes jesuitas por su presunta complicidad en el encubrimiento de abusos sexuales a menores, delitos cometidos por el entonces arzobispo de La Paz, Alejandro Mestre Descals, en 1961.
Los religiosos acusados, Osvaldo Chirveches, Bernardo Mercado e Ignacio Suñol, son señalados por haber guardado silencio sobre estos hechos durante más de 60 años, permitiendo que el autor de los crímenes falleciera sin enfrentar ningún proceso judicial.
Según la información divulgada por el ente de control, Mestre Descals, quien falleció en 1988, habría violado a un niño en al menos dos ocasiones mientras ejercía sus funciones en un centro educativo jesuita en la ciudad de La Paz.
A pesar de la gravedad de los hechos, los sacerdotes que tenían conocimiento de los abusos optaron por no denunciar, perpetuando así un sistema de encubrimiento que ha sido común en la Iglesia Católica, no solo en Bolivia sino en muchos otros países.
El fiscal general, Juan Lanchipa, explicó en una conferencia de prensa que se han solicitado medidas cautelares estrictas para los tres sacerdotes implicados, incluyendo arresto domiciliario, arraigo y la prohibición de contactar a la víctima, cuyo nombre se mantiene en reserva por razones de seguridad y privacidad.
Este no es el primer caso de abuso cometido por el clero
Otro caso particularmente perturbador es el del sacerdote español Luis María Roma, quien entre 1994 y 2005 abusó de más de 100 niños en comunidades indígenas de Charagua, en la región de Santa Cruz.
Aunque estos crímenes fueron reportados a las autoridades eclesiásticas, Roma nunca fue sometido a juicio y murió en 2019 sin enfrentar consecuencias legales. Sus víctimas han denunciado públicamente la inacción de la Iglesia, aumentando la presión sobre las autoridades para que actúen.
Asimismo, a principios de 2023, el diario español El País publicó un reportaje que sacudió a la Iglesia Católica boliviana, revelando un diario personal del sacerdote jesuita Alfonso 'Pica' Pedrajas.
En este documento, Pedrajas confesaba haber abusado sexualmente de más de 80 menores desde su llegada a Bolivia en la década de 1970. El escándalo llevó a la imputación por encubrimiento de dos sacerdotes españoles, Marcos Recolons y Ramón Alaix, quienes al igual que los acusados en el caso de Mestre Descals, habían optado por no denunciar los crímenes a pesar de tener conocimiento de ellos.
A pesar de los hechos, la reacción de la Iglesia Católica ante estos casos ha sido lenta e insuficiente, pues no fue sino hasta que las evidencias se hicieron públicas que la Compañía de Jesús reconoció su responsabilidad en estos casos.