Mujeres que inspiran: sobrevivió a la violencia y sacó adelante a su familia
Edilma Hernández hace parte de una asociación de campesinos donde se apoyan trabajando la tierra y vendiendo varios productos de aseo con plantas medicinales.
Noticias RCN
10:36 a. m.
Edilma Hernández conserva en su memoria los hechos violentos que la obligaron a dejar su tierra, junto a sus hijos. Vivía en La Moralia, un corregimiento anclado en la Cordillera Central, de Tuluá, Valle del Cauca.
Fue el primer escenario donde la presencia paramilitar dejó su huella en ese departamento en agosto de 1999. A través de un monumento, la población recuerda a sus familiares y amigos asesinados.
“Cuando entró el bloque Calima, nosotros nos tuvimos que ir porque era mucho el combate, mucha violencia contra todos nosotros, contra todo el campesinado, tanto hombres como mujeres. Entonces nos fuimos para Tuluá. Toco aprender a vivir con todo ese tipo de atropellos y acostumbrarse al Ejército, al paramilitarismo, todo al mismo tiempo” recuerda Edilma.
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Edilma cuenta que adaptarse de la vida del campo a la de ciudad no fue fácil, especialmente para sus tres hijos, quienes estaban pequeños: “Dejé el trabajo para irme y allá fue muy difícil, muy complicado porque tocó entrarlos a estudiar en Sabatino y ellos no estaban acostumbrados.”, dice.
Veinte años después, y esperanzada en los acuerdos, Edilma se acogió a los beneficios del Estado, para regresar a su pueblo y poseer de nuevo una tierra para producir. Con el apoyo del gobierno local, hace parte de una asociación de campesinos, donde se apoyan trabajando la tierra y vendiendo varios productos como champú, acondicionadores, cremas de peinar, pomadas, jabón y todo con plantas medicinales en su propia finca que le fue entregada al certificarse como desplazada.
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Al igual que el resto de los habitantes de esta zona, Edilma siente que ya nada volvió a ser igual en La Moralia, pero siguen esperanzados en que la paz sea esa realidad que tanto han anhelado.
“La paz es un derecho, a veces parece que no se fuera a dar, pero yo les invito a que crean que sí, a que esto se puede dar y que hay gente que tiene la voluntad de hacer la paz, hay que creer en esto”, dice Edilma, finalmente.