Intensamente 2: La película que era para niños, pero resultó siendo para adultos
Esta película logró romper un nuevo récord y no lo hizo gracias a sus animaciones, sino gracias a la verdad que reveló.
08:00 a. m.
Las películas animadas no suelen ser del gusto de todo el público, hay quienes consideran que por ser mayores de edad “ya no están para ver películas de niños”. Puede ser porque en la mayoría de ellas cantan mucho, y lo admito, no me encanta que cada 5 minutos haya una canción, también puede ser por la inocencia de sus chistes que pueden llegar a ser aburridos y que no tienen el doble sentido como en películas para adultos.
A pesar de las diferencias que hay entre una película para niños y para adultos, ¿Por qué Intensamente 2 logró impactar al mundo? En especial, a los adultos que la vieron y lloraron mientras pasaban los minutos de la película. ¿Cuándo una película para niños logró convertirse en el espejo de un adulto?
Nadie esperaba encontrarse con esta revelación de la verdad, nadie esperaba que las emociones pudieran sentirse tan palpables y cercanas. A veces cuesta mucho poder expresar todo aquello que sentimos, incluso, en algunos momentos no sabemos qué sentimos y tal vez por eso cuesta mucho llevarlo a palabras.
Lo anterior no significó nada para los creadores de la película que no solo pudieron poner en palabras las emociones que nos conforman sino además crearon personajes que tratan sobre ellas, se ven como ellas, hablan y actúan como ellas. Esto, sin duda, fue lo que logró desde el primer momento dejar boquiabiertos a todos sus espectadores.
¿Hay emociones buenas y emociones malas?
En Intensamente 1 las emociones pudieron verse divididas por las que eran buenas y malas, incluso, a veces me parecía que la única buena era ‘Alegría’ ya que las otras parecían ser negativas y estaban representadas en situaciones que no resultaban ser agradables para el ser humano.
Luego, en Intensamente 2 llegaron nuevos personajes que definitivamente parecían ser mucho más negativos y además, representaban una gran amenaza para ‘Alegría’ lo cual generaba que la felicidad de Riley se viera más y más alejada.
Fue entonces cuando empecé a reflexionar sobre ‘emociones positivas y negativas’, ¿existen? Y es que la llegada de ‘Vergüenza’, ‘Aburrimiento’, ‘Envidia’ y mi favorita ‘Ansiedad’ no podían parecer algo bueno, pero ¿por qué? Tal vez porque no nos gusta sentirnos cómodos, tal vez porque no es chévere salir de nuestra zona de comfort, tal vez porque sentimos la obligación de ser perfectos ante los otros y no podemos permitirnos ni un poco de vulnerabilidad, mucho menos podemos permitirnos una equivocación.
Luego de analizar la expresión de los niños mientras veía Intensamente 2 en cine, me di cuenta de que quienes teníamos cara de terror al ver estas emociones sumarse a la vida de la pequeña protagonista éramos los adultos, quienes sabíamos lo que en realidad le esperaba a ella y a sus emociones.
Desde pequeños crecemos con la idea de que llorar está mal y se ve feo, ponerse bravo o enojarse por algo también está mal visto, sentir asco por algo o alguien nos podría hacer incluso malas personas y ni hablar del temor, que, aunque todos lo sentimos si lo expresamos podríamos quedar avergonzados ante otros. La alegría por otro lado es todo lo que esta bien, nada mejor que una cara bonita, amable, sonriente y perfecta, que esconda todo aquello que sea distinto a ese reflejo “feliz”.
¿Cómo se ven tus emociones?
La película nos regala momentos muy íntimos en donde no estamos viendo personajes externos sino nos vemos reflejados en cada personaje, en sus palabras, en su sentir, en su actuar y es increíble como quienes menos se identifican son los niños, al menos no de forma tan profunda como lo hacen los adultos.
El ataque de ansiedad que se plasma en la película es alucinante, creo que quienes hemos vivido esos episodios pocas veces hemos pensado en cómo se ve, pero al ver esta escena es instantáneo el conectar con ese momento, incluso, revivir la emoción que sentimos justo allí. A veces nos reímos de nosotros mismos y ver a ‘ansiedad’ actuar y hablar me hacia pararme justo frente a un espejo, entre risas no podía evitar aceptar que así me siento, que así actúo y que así soy.
A muchos espectadores les sucedió lo mismo, entre más avanzaba la película más lograban conectar e identificarse con emociones y momentos que plasmaban. Luego de verla no podía parar de hablar de ella, me revolucionó completamente, creo que me animó y animó a muchas personas a aceptar esas emociones incómodas y abrazarlas con la consciencia de entender que ellas también nos componen y nos hacen se quienes somos.
El árbol de las creencias también me sacudió, no tenía idea de que alguien pudiera llegar a ese grado de intimidad con él mismo donde pudiera descubrir que tal vez llevamos eso adentro. Sin duda, también me cuestioné cuáles son esas creencias que cuelgan de mi árbol y cómo me siento con ellas.
Con lo anterior, quiero concluir que esta película hizo definitivamente que nos cuestionáramos más, que nos atreviéramos a mirarnos en un espejo y aceptar lo que vemos sin juzgarnos tanto y sin mirarnos tan feo. Me atrevo a decir que no existen emociones buenas y malas, todo lo contrario, son solo eso, emociones que nos construyen y que aportan un pedacito de lo que somos. Tal vez la vida solo se trata de eso, de vivir…intensamente.
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