¿Procrastinación o necesidad de descanso? Estudios descubren la verdad detrás de este hábito
Según estudios e investigaciones realizadas, la procrastinación no solo afecta nuestra productividad, sino también nuestra salud mental y física.
Noticias RCN
04:24 p. m.
La procrastinación, ese hábito de demorar las acciones voluntariamente, aparentemente inofensivo, se ha convertido en un fenómeno cada vez más común en nuestra sociedad.
Postergar tareas, dejar todo para el último momento o posponer lo que podemos hacer hoy en día se ha vuelto tan popular que incluso algunos expertos aseguran que no se trata de vagancia, sino de una señal de nuestro cuerpo pidiendo un descanso.
¿La procrastinación afecta la salud?
Sin embargo, según estudios e investigaciones realizadas, la procrastinación no solo afecta nuestra productividad, sino también nuestra salud mental y física. Vivir sobrepasados por la vida y dejar cosas para mañana puede generar problemas emocionales, dolores de cabeza, gripe y resfriados, problemas digestivos, dolor incapacitante, problemas cardiacos y estilos de vida poco saludables, como mala calidad del sueño e inactividad física. Incluso, puede llevar a una mayor sensación de soledad y dificultades económicas.
Es importante aclarar que no todas las situaciones en las que postergamos actividades deben ser consideradas procrastinación. Si estamos sobrepasados y nos vemos obligados a dejar algo para mañana, no podemos llamarlo procrastinar. Es necesario comprender que el concepto de procrastinación tiene que ver con demorar voluntariamente acciones que podríamos realizar de inmediato.
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Herramientas para dejar de procrastinar
Ante esta realidad, surge la pregunta de qué podemos hacer para evitar caer en la procrastinación. Los expertos sugieren que encontrar formas de regular nuestras emociones puede ser una ruta para mejorar. La psicología clínica y la medicina conductual ofrecen herramientas que pueden ser de gran ayuda en este aspecto.
En particular, la 'activación conductual' se presenta como una estrategia efectiva para combatir la procrastinación. Se trata de establecer un plan y basar nuestras actividades en este, en lugar de dejarnos llevar por nuestro estado de ánimo. En pocas palabras, debemos hacer un esfuerzo por mantenernos activos y salir del círculo vicioso de los trastornos emocionales.
La idea es buscar actividades que nos resulten gratificantes, incluso si no nos apetece hacerlas en un principio. Salir con amigos, asistir a eventos sociales o practicar deporte, son solo algunos ejemplos de acciones que pueden sacarnos de esa cárcel emocional en la que nos encontramos.
Entender que procrastinar no es solo un tema de pereza, sino que afecta nuestra salud mental y física, es fundamental para poder combatir este hábito perjudicial. Así que la próxima vez que sientas la tentación de posponer una tarea, recuerda que dejarlo para mañana no es la mejor solución. Es hora de enfrentar la procrastinación y tomar acción en el presente.