Así es cómo, a 40 metros de altura, se instalan las luces que iluminan el Buque Escuela Gloria
Son más de 37 reflectores y 150 metros de guirnalda que iluminan el buque en las noches con el tricolor de la bandera de Colombia.
En su día 113 de viaje por los océanos del mundo, el buque Escuela ARC Gloria de la Armada Nacional se encuentra atracado en la base naval de Kiel, una ciudad estudiantil en Alemania.
Al embajador de Colombia en los océanos llegan visitantes de todas partes a apreciar la belleza del buque que en las noches se ilumina del tricolor de la bandera a través de luces instaladas a 40 metros de altura por los electricistas a bordo de la embarcación.
Así es como los electricistas del buque escuela ARC Gloria ponen las luces para iluminar el buque cada vez que atraca
Con líneas de seguridad, en espacio estrecho y parándose sobre sogas que son mecidas por el viento, los electricistas y estudiantes del del Buque Escuela insignia de la Armada escalan 40 metros de altura para instalar las luces que iluminan todas las noches la embarcación, cada vez que esta llega a un puerto.
“Los reflectores nos dan los colores de nuestra hermosa bandera: amarillo, azul y rojo”, explica uno de los electricistas que instala los 37 reflectores repartidos así: 16 en el trinquete, 16 en el palo mayor y 5 en el mesana. Adicionalmente, se ponen 150 metros de guirnalda que también brillan con el tricolor colombiano.
La instalación de todo el cableado y las luces se hace durante cuatro horas.
El estricto protocolo de seguridad para moverse a 40 metros de altura para instalar las luces del ARC Gloria
La seguridad es primordial, por ello cada movimiento que se realiza a 40 metros de altura está antecedido del aseguramiento del cinturón a una estructura sólida, pasos cuidadosos sobre las sogas y, en el caso de los estudiantes, bajo el estricto ojo de los electricistas que suben con ellos a poner las instalaciones.
“Lo más difícil y complejo son los desplazamientos que se hace con el peso ya que es molesto e incómodo el movimiento con los reflectores, por eso siempre es supervisado cada movimiento”, asegura el sargento segundo Miguel Pájaro, uno de los electricistas del buque.