¿Qué hacer con el Inpec? Alarma por el manejo de centros penitenciarios en el país
Tras el escándalo del empresario Carlos Mattos, expertos aseguran que es necesario una reforma a la institución.
Noticias RCN
04:33 p. m.
El escándalo por los beneficios y las salidas irregulares del empresario Carlos Mattos de la cárcel La Picota encendió las alarmas sobre el manejo de los centros penitenciarios en el país.
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Y es que, en los últimos 28 años, han pasado más de 19 directores del Inpec, hecho que refleja la inestabilidad de esta institución, la cual tiene varias investigaciones abiertas por corrupción.
“Tenemos conocimiento del ingreso de prostitutas y elementos prohibidos al interior de La Picota. Alejar la política de las cárceles, es permitirnos cumplir nuestras funciones", dijo Nelson Barrera, presidente de uno de los sindicatos del Inpec.
De hecho, expertos aseguran que es importante que la entidad sea administrada de manera diferente, posiblemente por un privado, pero con alta vigilancia extrema del Estado, es decir, una reforma a la institución.
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Los escándalos e irregularidades del Inpec
El Instituto Nacional Penitenciario (Inpec), nuevamente se vio envuelto en un escándalo por los beneficios que permanentemente brinda a diferentes reclusos.
El más reciente involucra al empresario Carlos Mattos, procesado por corrupción judicial y recluido en la cárcel La Picota. Según información, el acusado se pasea por la ciudad con la complacencia del instituto. Además, se conoció que el Inpec le ha autorizado más de cinco permisos para acudir a citas médicas en lo que va del 2022.
Este escándalo le costó la salida del cargo al director del instituto, Mariano de la Cruz Botero y al director de La Picota, coronel Wilmer José Valencia.
Sin embargo, este no es el único hecho que pone en el ojo del huracán a la entidad encargada de vigilar y custodiar a los reclusos más peligrosos. En enero de este año se conocieron las imágenes de la fiesta de fin de año del exgobernador de La Guajira, Kiko Gómez, quien despidió el año con parranda vallenata dentro de la cárcel La Picota de Bogotá.
A ese hecho se suma el polémico caso de Aida Merlano, quien aprovechó uno de los tantos permisos concedidos por la entidad para asistir a controles médicos y lo usó como excusa para articular su plan de fuga, el cual se concretó mientras acudía a un consultorio odontológico y que, según las autoridades, se dio bajo la mirada y escrutinio de funcionarios del Inpec, incluida la encargada del comando de vigilancia y custodia del Buen Pastor.
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Por estos hechos, la entonces ministra de Justicia y hoy procuradora Margarita Cabello, le pidió la renuncia irrevocable al director general Ernesto Ruiz.
Por último, cuando se conocieron las excentricidades de Juan Guillermo Monsalve, testigo estrella contra el expresidente Álvaro Uribe, se dejó en evidencia la cadena de irregularidades que existen en el interior de las prisiones.
El testigo tenía licor, mujeres, salidas, fiestas y todo tipo de lujos que evidenciaron las preferencias de la justicia con algunos de los reclusos.