FOTOS: así plasman el arte algunos presos con esquizofrenia y desordenes mentales
Las obras de arte pertenecen a encarcelados con enfermedades mentales, las exposiciones se exhiben en Ciudad de México hasta el 17 de octubre.
Noticias RCN
03:57 p. m.
Los mundos interiores de presos que tienen enfermedades mentales quedan reflejados de múltiples formas en la exposición "Otros domicilios: arte de pacientes psiquiátricos desde el encierro".
La idea de "hogar" es el germen con el que hombres y mujeres de dos centros penitenciarios comenzaron a trabajar sus obras de arte, teniendo como resultado una amalgama en la que caben objetos que cuentan historias, pinturas, textos desgarradores o "collages", contó este viernes a Agencia EFE el coordinador del proyecto, Ricardo Caballero.
El artista pasó ocho meses trabajando con enfermos mentales del Penal Femenil de Tepepan y el Centro Varonil de Rehabilitación Psicosocial.
Según explicó, cada obra de arte de la exposición cuenta una historia, incluida una tienda de campaña, obra de uno de los reos, que llama la atención entre los cuadros.
Cómo fue el proceso, qué significa ese proceso, por qué fue hecha de esa manera, esos son los relatos que se van desprendiendo de las obras.
Las enfermedades de los pacientes van desde el retraso mental hasta la esquizofrenia, pasando por daños cerebrales severos provocados por las adicciones.
La exposición divide a los presos de las dos penitenciarías en dos salas: una en la que están las obras de los hombres y otra en la que se ubicaron las de las mujeres.
En el caso de los hombres, hay piezas que esconden un pasado y a veces incluso una visión del mundo.
Tal es el caso de "Nuestro mundo, la Pangea 2034" hecha por un paciente con un proceso de adicción muy fuerte, quien asegura que en el año 2034 un terremoto atroz cambiará la disposición de los continentes.
En cada paciente se manifiesta de manera distinta: algunos incorporan los textos dentro de los propios dibujos, junto a los personajes y al espacio; otros optan por hacer listas que consideran "biblias".
Esta es mi estancia, donde nadie me hace daño, donde nadie me ve, donde me protejo de la superficie, es una espera donde el tiempo no pasa, tan solo vivo.
Los delitos que cometieron los artistas de esta exposición van desde robos simples, pequeños o hasta homicidio, agresiones sexuales, etcétera.
Sabiendo esto, la exposición puede llegar a plantear en el espectador un viejo dilema del mundo del arte: ¿Debe separarse la vida del artista de su obra?.
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