Un grupo de colombianos en Países Bajos hicieron patria desde el Buque Gloria
El Buque Gloria partió de Países Bajos, pero antes se convirtió en el mensajero que estaban necesitando unos colombianos que se encuentran fuera del país.
Noticias RCN
02:55 p. m.
En el día 121 de expedición, el Buque Gloria partió de La Haya, en Países Bajos, y le dijo adiós por novena vez a un puerto con tierra firme. En estos momentos, los 163 tripulantes se encuentran nuevamente en altamar y se dirigen hacia Londres, la ciudad inglesa que se convertirá en los próximos días en su décimo destino.
Pero, antes de partir, la tripulación y los colombianos que residen en La Haya, vivieron un momento inolvidable e invadieron el muelle de felicidad y orgullo.
Así se vivió la despedida del Gloria en Países Bajos
Una vez más, el Buque Gloria tuvo una acogida de ensueño en un puerto del mundo. Y es que, según se ha podido calcular, 3.000 personas se acercaron a decirle adiós al Buque y desearle lo mejor en la continuación de su travesía.
Una gran cantidad de ciudadanos colombianos erradicados en ese territorio europeo llegaron al muelle vestidos con trajes típicos de su lugar natal, hicieron sonar canciones de cumbia y bailaron una y otra vez. Incluso, algunos de los tripulantes también se dejaron llevar por el ritmo.
Por su parte, otras personas de nacionalidad colombiana hondearon banderas tricolores, se pusieron prendas con mensajes de amor hacia Colombia y dejaron salir algunas lágrimas que no solo significaban nostalgia, sino que también emoción.
Durante la estadía en La Haya, los colombianos en Países Bajos hicieron patria
El Buque Gloria permaneció cuatro días en territorio neerlandés y, en ese período de tiempo, recibió la visita de 8.800 personas. Los tripulantes identificaron que no solo llegaron al puerto los residentes de La Haya, sino que también de Ámsterdam y Rotterdam.
Estos ciudadanos colombianos que llegaron al muelle pudieron subirse al Gloria para conocer cada una de las cubiertas y los rincones en los que transcurren los días de los tripulantes.
Pero, además, el Gloria se convirtió en el mensajero de un grupo de colombianos porque Andrés Rodríguez, un artista colombiano que se encuentra en territorio neerlandés, expuso en la embarcación una serie de fotografías en las que capturó la esencia de las comunidades indígenas de Colombia.
“El proyecto fue muy interesante porque es una manera de conectarme con Colombia después de vivir casi 22 años fuera. Es una manera de entablar una relación entre lo que hago y la identidad colombiana”, expresó el artista.
Tener la oportunidad de exponer el proyecto en el Buque Gloria nos da visibilidad y nos permite presentarlo por primera vez fuera del país.
Sin embargo, el Buque Gloria no solo es visto como un mensajero, sino que también como una parte muy importante de Colombia. Por ejemplo, para Lisa y Carolina, dos colombianas que fueron adoptadas por familias neerlandesas, subirse a la embarcación es como volver a su tierra por un momento.
En el caso de Carolina Dijkhuizen, que es cantante en Países Bajos, considera que ese talento se lo debe a haber nacido en territorio latino. “Creo que lo traje en la sangre y que es mi ADN”, concluyó.