Los cinco poemas más dedicados en Amor y Amistad
En ocasión del Día del Amor y la Amistad, que se celebra este sábado en Colombia, reunimos los cinco poemas románticos más leídos. ¿Cuál dedicaría?
Noticias RCN
02:15 p. m.
Seamos sinceros, al contacto del amor todo el mundo se vuelve poeta. Y es que quién no intentó alguna vez escribir una carta romántica, un poema o una frase para esa persona que le ‘movía el piso’.
Desde tiempos memoriales, la poesía ha acompañado al ser humano, dándole herramientas para describir su entorno, plasmar en versos sus sentimientos y resaltar lo estético de la vida.
La Biblia, por poner un ejemplo, tiene todo un libro dedicado al amor: Cantar de cantares, una ovación al romance y al erotismo como vehículo para conocer al otro.
Pero hay algo mejor que leer poesía, y es dedicarla.
Es por eso que en ocasión del Día del Amor y la Amistad, que se celebra este sábado en Colombia, reunimos los cinco poemas que han acompañado veladas románticas, peticiones de matrimonio y besos apasionados.
Poemas para dedicar en el Día del Amor y la Amistad
Corazón coraza - Mario Benedetti
Porque te tengo y no
Porque te pienso
Porque la noche está de ojos abiertos
Porque la noche pasa y digo amor
Porque has venido a recoger tu imagen
Y eres mejor que todas tus imágenes
Porque eres linda desde el pie hasta el alma
Porque eres buena desde el alma a mí
Porque te escondes dulce en el orgullo
Pequeña y dulce
Corazón coraza
Porque eres mía
Porque no eres mía
Porque te miro y muero
Y peor que muero
Si no te miro amor
Si no te miro
Porque tú siempre existes dondequiera
Pero existes mejor donde te quiero
Porque tu boca es sangre
Y tienes frío
Tengo que amarte amor
Tengo que amarte
Aunque esta herida duela como dos
Aunque te busque y no te encuentre
Y aunque
La noche pase y yo te tenga
Y no.
Si me quieres, quiéreme entera - Dulce María Loynaz
Si me quieres, quiéreme entera,
no por zonas de luz o sombra…
Si me quieres, quiéreme negra
y blanca, y gris, verde, y rubia,
y morena…
Quiéreme día,
quiéreme noche…
¡Y madrugada en la ventana abierta!
Si me quieres, no me recortes:
¡Quiéreme toda… o no me quieras!
Te quiero a las diez de la mañana - Jaime Sabines
Te quiero a las diez de la mañana, y a las once,
y a las doce del día. Te quiero con toda mi alma y
con todo mi cuerpo, a veces, en las tardes de lluvia.
Pero a las dos de la tarde, o a las tres, cuando me
pongo a pensar en nosotros dos, y tú piensas en la
comida o en el trabajo diario, o en las diversiones
que no tienes, me pongo a odiarte sordamente, con
la mitad del odio que guardo para mí.
Luego vuelvo a quererte, cuando nos acostamos y
siento que estás hecha para mí, que de algún modo
me lo dicen tu rodilla y tu vientre, que mis manos
me convencen de ello, y que no hay otro lugar en
donde yo me venga, a donde yo vaya, mejor que tu cuerpo.
Tu vienes toda entera a mi encuentro, y
los dos desaparecemos un instante,
nos metemos en la boca de Dios,
hasta que yo te digo que tengo hambre o sueño.
Todos los días te quiero y te odio irremediablemente.
Y hay días también, hay horas, en que no te conozco,
en que me eres ajena como la mujer de otro,
me preocupan los hombres, me preocupo yo.
Me distraen mis penas. Es probable que no piense
en ti durante mucho tiempo. Ya ves
¿Quién podría quererte menos que yo amor mío?
Amor eterno - Gustavo Adolfo Bécquer
Podrá nublarse el sol eternamente,
podrá secarse en un instante el mar,
podrá romperse el eje de la Tierra
como un débil cristal.
¡Todo sucederá! Podrá la muerte
cubrirme con su fúnebre crespón,
pero jamás en mí podrá apagarse
la llama de tu amor.
Desvelada - Gabriela Mistral
Como soy reina y fui mendiga,
ahora vivo en puro temblor de que me dejes,
y te pregunto, pálida, a cada hora:
"¿Estás conmigo aún? ¡Ay, no te alejes!»
Quisiera hacer las marchas sonriendo y confiando ahora que has venido,
pero hasta en el dormir estoy temiendo
y pregunto entre sueños: "¿No te has ido?"