¿Una excepción a la regla? Las implicaciones de una tarifa diferencial de la gasolina para los taxistas

La semana pasada el Ministerio de Transporte confirmó la implementación de una tarifa diferencial en el combustible para los taxistas, tal y como lo había propuesto meses atrás el gremio, pero que fue rechazada en ese momento.

El cambio de posición del Gobierno se dio luego de la reunión entre representantes de taxistas y el presidente Gustavo Petro, en el marco de un posible paro nacional liderado por los conductores del servicio de transporte, que venían solicitando medidas de protección ante el incremento del precio de la gasolina que ha tenido efectos negativos para los trabajadores del sector.

La medida inicialmente congelaría el precio de la gasolina para el próximo incremento programado para septiembre, es decir, el gremio de taxistas mantendría la tarifa de 13.546 pesos en promedio, mientras al resto del país le incrementaría lo estipulado por el gobierno, que se prevé será un alza de $600, tal como los meses anteriores.

Además, en las últimas horas el viceministro de Transporte, Eduardo Enríquez Caicedo, confirmó que este subsidio se implementará en septiembre y se realizará en conjunto con las estaciones de servicio, por medio de las cuales se realizará un control operativo de la medida.

De acuerdo con cifras del Gobierno, de los 18 millones de vehículos matriculados en Colombia, el gremio corresponde al 1.4% del total, razón por la cual el Fondo de Estabilización del Precio de los Combustibles dejará de recibir aproximadamente 23 mil millones de pesos, lo que se estima valga la implementación de la estrategia.

Implicaciones de la tarifa diferencial para los taxistas

“El hecho de que volvamos a pensar en diferenciación no es tan positivo, aquí volvemos a tener el manejo que en el pasado no ha funcionado, prueba de eso es el mismo déficit del Fepc, donde mientras el precio de la gasolina sube para todas las personas, los taxistas van a tener un diferencial”

NoticiasRCN.com consultó a David Cubides, director de Investigaciones Económicas de Alianza para analizar los efectos de esta nueva medida que contradice el objetivo de desmontar el subsidio a los combustibles que causaron un déficit fiscal en el Fepc.

Para el experto la medida puede generar problemas no solo en la reducción del déficit fiscal del Fondo sino en temas de logística, donde eventualmente se pueden presentar algún tipo de fraude en la recepción de este subsidio al gremio. Adicionalmente, es una estrategia que podría ir en contravía con lo que se busca hacer, que es nivelar los precios del país con las tarifas internacionales.

Según el análisis del experto, a pesar de que el costo de esta medida es mucho menor en comparación al subsidio general que se sostenía anteriormente y no representa una gran preocupación en términos fiscales, el problema de esta estrategia radica en que los nuevos ajustes incrementarán el precio del combustible hasta llegar alrededor de los $15 mil y mantener el subsidio a los taxistas va a requerir luego de un mayor esfuerzo económico automáticamente.

“Si eventualmente se incrementa más adelante para nivelarlo con el precio internacional, sí se puede generar un impacto a la inflación y un malestar social mayor en el gremio”

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'La cura es más cara que la enfermedad'

Por otro lado, otra de las preocupaciones de esta medida es el abrir una puerta a que otros sectores económicos, también afectados por los incrementos del combustible, soliciten los 'beneficios' de una tarifa diferencial. Una prueba de ello es la manifestación del sector de transporte de carga, solicitándole al Ministerio de Hacienda no incrementar el precio del ACPM, que se prevé para el próximo año.

De acuerdo con Cubides, siempre va a haber un argumento válido de cualquier lado, pero, también se podría pensar por qué no se aplica para los conductores de rutas escolares, por ejemplo, entonces se abre un “hueco” que no es deseable desde la política pública.

“Es llenar de excepciones la regla”

Esta medida podría generar un mensaje negativo para los demás sectores, especialmente en un momento en el que se planea iniciar con los ajustes del ACPM, que, aunque el Gobierno ha sido enfático en que este año no empezarán los incrementos, se prevén para el periodo de 2024.

“El efecto de los incrementos del Diésel va a ser mucho más grande, porque su costo sí tiene repercusiones, no solo en transporte, sino en los precios de los alimentos”

Cubides advierte que el Gobierno se enfrenta actualmente a la dualidad entre mantener el déficit fiscal al sostener el subsidio de los combustibles o hacerle frente y reducirlo, con el costo que conlleva el malestar social.

“Vemos con muy buenos ojos que se esté cerrando el déficit en el Fondo de Estabilización de los Precios de los Combustibles. Recordemos que el año pasado se pudo haber reportado un déficit de 34 billones y este año puede ser cerca de 17 billones, es decir, se está reduciendo casi a la mitad”, concluyó el experto.

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Por ahora, se espera que en las próximas dos o tres semanas empiece a regir la medida en el territorio colombiano.