Los falsos positivos y Montoya
"La JEP tiene muchos enemigos porque está destapando las verdades que muchos han querido ocultar por décadas, pero esto es algo que ya no tiene reverso".
03:08 p. m.
La imputación hecha por la Sala de Reconocimiento de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), en cabeza de los magistrados Catalina Díaz, Oscar Parra, y Alfredo Ramelli, en contra del general Mario Montoya, se convierte en un hito muy importante en la historia del conflicto armado.
Por primera vez se investiga e imputa a un ex comandante del Ejército por crímenes de lesa humanidad, puntualmente por su participación en 130 ejecuciones extrajudiciales. Con Montoya ya van tres generales imputados por falsos positivos: el general Paulino Coronado y el general Henry Escalante, se suman a la lista que seguramente seguirá aumentando a medida que se vayan conociendo más declaraciones de los imputados. Es un gran avance para la justicia y para las víctimas que generales del Ejército estén siendo investigados e imputados, ya que parecía que eran intocables y que los únicos responsables de los falsos positivos serían oficiales de bajo rango: sargentos, cabos y soldados. Las famosas manzanas podridas que pretendían vender. Pero a partir de una investigación criminal seria es que la JEP pudo imputar a altos rangos del Ejército, que frente al material probatorio irrefutable varios de ellos terminaron confesando sus crímenes.
La investigación de la JEP pudo revelar tres variables muy importantes. Primero, que se creó en la práctica una política de conteo de cuerpos, en la cual se privilegiaban las bajas a los desmovilizados o capturados. Segundo, que los falsos positivos no se limitan al periodo de la seguridad democrática. Según los magistrados Oscar Parra y Alejandro Ramelli, hay reportes del primer falso positivo para el año de 1982, en Dabeiba, Antioquia, hace 41 años. Este hecho dejaría ver qué esto no fue algo accidental coyuntural o de manzanas podridas, sino una práctica histórica para mostrar resultados.
Tercero, que estos crímenes fueron " sistemáticos", quiere decir que existió una planeación, ejecución y encubrimiento con el mismo modus operandi. Cabe recordar que en un principio el gobierno Uribe y el Ejército negaron la existencia de los falsos positivos y desde el gobierno se creó una matriz de opinión diciendo que esto era parte de una guerra jurídica en su contra. Cuando la evidencia era innegable dijeron que eran unas pocas manzanas podridas, pero hoy la JEP pudo demostrar que fue un hecho sistemático y masivo dentro del Ejército.
El trabajo de la JEP es histórico y ejemplo para los sistemas de justicia a nivel internacional. Evidentemente en Colombia la JEP tiene muchos enemigos porque está destapando las verdades que muchos han querido ocultar por décadas, pero esto es algo que ya no tiene reverso, la verdad va a seguir apareciendo y el caso del general Montoya demuestra que no hay intocables, esperamos que las investigaciones sigan subiendo en la cadena de mando. Porque Montoya no era una rueda suelta. Ya les llegará la justicia y la ley, la misma que ellos juraron defender y terminaron pisoteando creando uno de los crímenes de lesa humanidad más atroces en la historia de la democracia, asesinaron a 6402 inocentes e indefensos con las armas del Estado.
@nestorrosania
Director de Periodismo de conflictos