Conferencia Episcopal se declara “perpleja” ante despenalización del aborto
La iglesia católica expresó “profundo dolor” ante la decisión de la Corte Constitucional de despenalizar completamente el aborto hasta la semana 24.
Noticias RCN
06:40 a. m.
Mediante un comunicado la Conferencia Episcopal expresó sentir “perplejidad y profundo dolor” ante la histórica decisión emitida por la Corte Constitucional, en la que se eliminó el delito del aborto hasta la semana 24 de gestación.
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El fallo de la Corte ha despertado reacciones de todo tipo entre los diferentes sectores y a iglesia católica no ha quedado exenta, por un lado reconocieron que “la realidad del aborto responde a dramas humanos que acarrean múltiples dificultades y angustias para la madre y su entorno”, aceptando que conductas como el abuso sexual, el abandono o la precariedad económica pueden ser factores determinantes para que “la sociedad civil y el ordenamiento jurídico procuren su defensa y protección”.
No obstante, la Conferencia sostuvo que reivindicar un derecho no puede implicar pasar por encima de los “derechos del prójimo”, alegando que la simple concepción implica la existencia de un ser humano vulnerable e indefenso “que tiene derecho a formar parte de la familia humana”.
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Sostener que los derechos a la vida y a recibir la protección del Estado, amparados por la Constitución no lo cobijan desde el momento de su concepción, es una afrenta a la dignidad humana. Por lo mismo, tutelar el supuesto derecho a suprimir una vida humana inocente, pone en riesgo el fundamento mismo de nuestro orden social y del Estado de Derecho. El aborto directo es un acto inmoral y una práctica violenta contraria a la vida.
Tras calificar el aborto como una “práctica violenta” y una “afrenta a la dignidad humana”, la iglesia católica cuestionó la existencia de un camino distinto que “salvaguarde la vida de las madres junto con la de sus hijos no nacidos”, haciendo un llamado a la “solidaridad social” para velar por la seguridad de las personas gestantes.
Lo hacemos en nombre de Aquel que vino a traer vida en abundancia, con la esperanza de que también el Estado, así como todos los compatriotas de buena voluntad, no escatimarán esfuerzos para proteger y promover la vida humana, aun en las circunstancias más complejas.