Impresionante transformación de infante de marina que perdió una pierna por mina antipersonal
Durante una operación militar en la que participaban varios infantes de marina, uno de ellos, de 25 años, desafortunadamente perdió una de sus piernas.
Noticias RCN
07:23 a. m.
Noticias RCN conoció la historia de un infante de marina, víctima de una mina antipersonal, que se sobrepuso a la adversidad y encontró en el deporte una manera para seguir aportando con orgullo a la institución y al país.
Y aunque en su momento fue difícil aceptar lo ocurrido, esta acción terrorista marcó un antes y un después para Andrés Camilo Velásquez.
Su transformación deja evidencia que el valor no solo se forja en el campo de batalla, sino también en el camino de la reconstrucción.
Infante de Marina revela lo que sintió al ver su pierna destruida
En medio de una operación militar cambió para siempre la vida de Andrés Camilo Velásquez cuando tenía solo 25 años.
En combate, un artefacto explosivo le arrebató una pierna, pero las ganas de seguir adelante fueron más fuertes. La historia de este hombre es ejemplo de fortaleza y resiliencia para muchos otros que viven con alguna condición de discapacidad.
Hace dos años, en una operación muy cerca de la frontera con Ecuador, una mina antipersonal cambió la vida del uniformado que se convirtió en deportista de las fuerzas militares:
Intenté tres veces levantarme y no pude. Me quité el botiquín para sacar las gasas y las vendas para hacerme curación, pero cuando me levanto la pierna ya estaba destruida.
Recordó con nostalgia el momento en el que llegó su padre para darle la fortaleza que necesitaba: “Él llegó un día antes de que me llevaran al hospital militar, me dijo: mijo yo a usted lo quiero. A uno le da alegría”.
La transformación del infante de marina amputado
Andrés Camilo Velásquez perdió una pierna, pero ganó el impulso para superar su difícil situación. Fueron varios meses de recuperación y hoy su historia, es un ejemplo:
Sus pasos ahora dejan huella en el deporte con cada brazada, pedalazo, y en cada carrera. El militar se convirtió en un deportista de alto rendimiento.
Corrí con esta prótesis y fue pesado, pero lo importante es que lo terminé.
Velásquez agradece Dios la oportunidad de seguir viviendo. Sus hábitos y costumbres cambiaron, pero con orgullo seguirá representando a su institución para demostrar que las limitaciones se superan con constancia y con el apoyo de quienes más se aman.