Amazonía en crisis: deforestación se disparó en un 223% por narcotráfico y minería ilegal
La procuraduría alertó sobre la devastación en la selva amazónica, impulsada por la presencia de grupos armados.
Noticias RCN
03:13 p. m.
La deforestación en la Amazonía colombiana ha alcanzado niveles alarmantes. Según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM), la pérdida de bosque aumentó un 223,52% en comparación con el mismo periodo de 2023.
Ante esto, la Procuradora General, Margarita Cabello Blanco, expresó su profunda preocupación advirtiendo que la región enfrenta un deterioro ambiental sin precedentes debido a la presencia de grupos armados ilegales.
Deforestación se disparó en un 223% por narcotráfico y minería ilegal
Durante su intervención, la procuradora resaltó que, desde 2001, exceptuando 2023, la Amazonía ha perdido más de 110.000 hectáreas de bosque cada año.
Las proyecciones actuales indican que en 2024 la deforestación superará nuevamente las 100.000 hectáreas, lo que evidencia un panorama crítico.
Asimismo enfatizó que la expansión del narcotráfico y la minería ilegal, impulsadas por la presencia de grupos armados en la región, han intensificado esta destrucción ambiental, dificultando su control por parte de las autoridades.
¿Cuáles pueden ser las causas de la deforestación en la Amazonía?
Pero, la situación es aún más grave en las áreas protegidas, pues se reveló que alrededor de 1,2 millones de cabezas de ganado han invadido parques nacionales, como el Parque Nacional Natural Chiribiquete y la Reserva Nukak.
Esta expansión ganadera está destruyendo ecosistemas únicos, y no se limita solo a estos parques: los municipios adyacentes a 28 Parques Nacionales Naturales también están siendo afectados por el aumento desmedido de la ganadería bovina.
Otro factor determinante en la deforestación es la construcción de vías ilegales. La Procuradora señaló que se han construido 27.000 kilómetros de carreteras no autorizadas, muchas de ellas dentro de parques nacionales.
Entre 2021 y 2022, se sumaron 742 kilómetros adicionales, facilitando la tala indiscriminada y el acaparamiento de tierras. Estas vías ilegales no solo destruyen la selva, sino que abren paso a actividades ilícitas que devastan aún más el entorno.
Además, la expansión de la frontera agrícola y el crecimiento de cultivos ilícitos agravan la situación. Entre 2022 y 2023, los cultivos de coca aumentaron en 3.680 hectáreas en departamentos clave como Putumayo, Caquetá, Meta y Guaviare, intensificando la presión sobre la Amazonía.