En Doradal, Antioquia, aprendieron a convivir con hipopótamos y se resisten a su sacrificio
Los habitantes del corregimiento de Doradal, en Antioquia, dicen que ya aprendieron a convivir con los animales, a pesar del peligro que representan.
Noticias RCN
02:25 p. m.
A cuatro horas por tierra de Bogotá está el corregimiento de Doradal, en Antioquia. Allí también está ubicada la Hacienda Nápoles, la que fue por años la finca de recreo de Pablo Escobar. Fue a este predio de más de 2.000 hectáreas a donde llegaron cuatro hipopótamos traídos por el narcotraficante para su zoológico personal. Hoy es un parque temático.
En la Hacienda Nápoles permanece la única población de hipopótamos en condiciones de vida silvestre y en libertad por fuera del continente africano. De cuatro que llegaron hace casi 40 años, solo en este predio hay 40. Muchos otros han sobrepasado las fronteras del lugar y se han dispersado por todo el Magdalena Medio, incluso en zonas urbanas.
Aunque los hipopótamos se convirtieron en un atractivo turístico de la región, su peligrosidad es ignorada por muchos. Por eso la idea de sacrificarlos no cae bien entre los visitantes.
“Realmente a ellos nunca se les preguntó si querían venir o no tampoco. Entonces creo que no es correcto ni moral para nadie tener que matar unos animales que puede que estén muy bien ahí”, dice Oscar Cipa quien ve por primera vez a estos mamíferos.
Otros turistas como Nancy Paz piensan que “deberían hacer parques, así como este, ecológicos donde se puedan tener, donde ellos puedan tener un hábitat con su alimentación, y que nosotros podamos venir a disfrutar viéndolos. Porque siento que no hacen ningún daño para las personas”.
Sobre la opción de su sacrificio, Fabio Villamil considera que “es una alternativa tonta, estúpida. Porque si bien es una especie que no es originaria de acá, también se pueden hacer adaptaciones como esta sin que necesariamente se tengan que sacrificar los animales”.
'Como Pedro por su casa'
Un equipo de Noticias RCN obtuvo información sobre la presencia de estos animales en la zona urbana del corregimiento de Doradal. Pobladores aseguraron que era muy común ver a estos mamíferos caminando, 'como Pedro por su casa', entre las calles. Cámara en mano fuimos a buscar y los encontramos. A menos de 50 metros divisamos a uno de los ejemplares que pueden llegar a pesar hasta tres toneladas.
Hablamos con la gente que se aglomeró alrededor y que tomaba fotos con sus celulares sin el más mínimo indicio de temor por la cercanía del gigantesco animal.
“Vea, tarde de la noche él pasa por acá por la calle, y la gente normal. Él no ataca a nadie. Yo me lo he encontrado por acá por la calle. Él no ataca a nadie”, dice Sergio Cano, habitante de Doradal.
Puede consultar la segunda parte del informe especial los hipopótamos del Magdalena Medio
Liliana Roa asegura que “desde que no lo molesten ellos no le van a hacer nada. Están en su ambiente, cada quien en su lugar”.
Por su parte Yarledy Rodríguez dice que “ellos son inofensivos. Porque él solamente sale a comer pastico (sic) y la gente aquí, la comunidad está pendiente, le toman fotos, los observamos, han salido por las calles y son completamente inofensivos”.
Noticias RCN consultó al Ministerio del Medio Ambiente para conocer cómo planea el Gobierno Nacional controlar la reproducción de esta especie y evitar ataques a seres humanos y animales. Seguimos esperando una respuesta. Lo cierto es que si no se toman las decisiones correctas y de manera inmediata la dispersión de los hipopótamos del Magdalena Medio puede no tener control en el futuro.
Juan Pablo López - NoticiasRCN.com